Hoy: cumpleaños 99 de Pedro "Charrascas Ramírez; muchas felicidades!
Por Jesús Alberto Rubio.
Pedro "Charrascas" Ramírez está conceptuado como uno de los mejores peloteros mexicanos en los años 40´s y 50´s. Hoy, si, felicitemos al distinguido miembro del Salón de la Fama del Béisbol Profesional de México.
Don Pedro, como le llamaron en la Liga de la Costa del Pacífico, cuando jugó con Los Mochis y Cd. Obregón, tuvo la oportunidad de llegar a las Ligas Mayores con los Rojos de Cincinnati.
Sobre este pasaje, nos contó:
Resulta que el popular y gran hombre veracruzano, en su mejor época de lanzador, fue observado por el scout Joe Cambria y de inmediato le extendió un contrato para que se reportara a Rochester, sucursal de los Rojos“.
Sin embargo, “Charrascas” decidió quedarse en México: “me iban a pagar lo mismo que ganaba en nuestro béisbol… y luego estaba la II Guerra Mundial…”.
En aquel 1943, el gran manager Lázaro Salazar lo invitó a jugar con el Marianao de La Habana, donde alcanzó récord de 1-1 teniéndose que regresar por lastimarse su codo derecho.
Al año siguiente, Beto Avila y Vinicio García también harían el viaje para ver acción en aquella fuerte liga cubana.
Un jugador muy versátil
Pedro Ramírez, a quien de adolescente le apodaron “Charrascas” aquí en su puerto natal (29 de junio de 1921), está considerado como un beisbolista de la vieja guardia, reconocido por su gran versatilidad como jugador de cuadro, primera base, jardinero y pitcher.
“Fue lo mismo; le doy un empate, a mis etapas como pítcher y jugador/bateador. En cada época siempre di mi máximo esfuerzo por hacer el mejor trabajo dentro del juego”, expresó en la agradable charla en el Café La Merced rodeado de un innumerable número de amigos y admiradores del gran veracruzano.
Grandes momentos
Tanto en el béisbol de la Costa del Pacífico como en la Mexicana, “El Charrascas” tuvo sus grandes momentos.
De los mejores, recuerda los siguientes:
Jugando en el viejo estadio de Mazatlán y vistiendo la casaca de Cd. Obregón, en 1953, conectó tres cuadrangulares y en otro de sus tablazos la pelota pegó sobre la barda y se devolvió al campo, siendo puesto out en la segunda base, de modo tal que junto con Barney “El Grillo” Serrell pudo haberse convertido en aquella época en el primer mexicano en pegar ¡4 jonrones en un partido! (Serrell, con Obregón, los conectó en partido de 10 entradas).
Pedro “Charrascas” Ramírez le pegó sus batazos a Procopio Herrera (2) y el otro a Dick “Siete Leguas” Hall, reduciendo en total cinco carreras. Con sus tres vuelacercas, Pedro empataba así el récord de Jack Graham, quien hizo el truco en la III temporada de la Costa jugando la primera base con Culiacán.
En ese histórico encuentro contra los Venados, Don Larsen, entonces de los Cafés de San Luis, fue también otro de los héroes ya que en la loma ganó el partido 8-3 con once ponches, además de que con el bat pegó ¡sencillo, triple y jonrón!
Ganó la Triple Corona de Bateo
En la misma Liga de la Costa ayudó a los Venados de Mazatlán a que ganara el gallardete en 1945-46, siendo esta la primera campaña en aquel inolvidable y fuerte circuito invernal.
En 1950 vivió otro de sus mejores años con los Cañeros de Los Mochis al ganar la Triple Corona de Bateo.
Lugo pasó a los Yaquis de Ciudad Obregón y fue campeón de carreras producidas en tres años consecutivos.
Pedro “Charrascas” Ramírez vio nacer y ayudó a jóvenes las entonces promesas como Moi y Ronnie Camacho, entre otros, hoy también inmortales del Salón de la Fama.
Decidió el título con jonrón
Otro de sus inolvidables instantes en la notable trayectoria de Pedro “Charrascas” Ramírez ocurrió en 1948 jugando con los Pericos de Puebla:
Se jugaba el partido por el título y Alfonso “La Tuza” Ramírez tenía en la bolsa el choque ganando 2-1 en la novena; empero, la historia se iba a escribir de manera diferente:
Con dos fuera y hombre en base, apareció al bat nuestro héroe veracruzano y vámonos, que le encuentra la bola a “La Tuza” para enviarla tras la barda y con ello darle de último momento el banderín a Puebla…¡ya se imaginará cómo lo festejaron y cargaron en hombros por dentro y fuera del estadio!
Otras grandes jornadas
“Charrascas” Ramírez tiene en mente otras grandes jornadas: cuando ganó 14 partidos con Torreón en 1946; o aquella vez en que jugando con Obregón al final de la campaña pudo haber ganado el título de bateo sobre Jack Graham, pero en sus últimas diez veces al bat ¡sólo pegó un imparable! cuando ya el norteamericano había dejado la campaña.
Aquí con El Águila fue todo un héroe para la afición del viejo Parque Deportivo veracruzano de 20 de Noviembre, ya desaparecido en aquellos días en que el béisbol “era muy duro, con parques con alumbrados que torres de alumbrado que parecían veladoras; con pelotas, spikes y guantes que casi no servían y, en general, en una época en que todos sentíamos que jugábamos en tiempos de guerra…”.
“¡Ah… pero la afición cómo nos daba dinero cuando pegábamos de jonrón o nos convertíamos en los héroes de la jornada!”.
Pedro recuerda que su máximo salario de aquel entonces fue alrededor de los 6,200 pesos, cifra muy alta por cierto para su época, obviamente por estar ubicado como uno de los mejores peloteros de aquellos años.
Al Recinto Sagrado
Por su notable trayectoria, no podía quedar fuera del Salón del Salón de la Fama en Monterrey (2001), entronizado así y de manera muy justa al lado de todos aquellos grandes peloteros que han visto acción en el béisbol mexicano.
En la Liga Mexicana de verano juega trece temporadas con el Veracruz, México, San Luis Potosí, Torreón, Puebla y el Águila de Veracruz, participando en 792 juegos y batea para .297.
Dentro de esa etapa fue lanzador en siete, donde logró 51-48 para un porcentaje de .515, siendo campeón en ganados y perdidos con récord de 9-2 en 1948 con el equipo de Puebla.
Además se puede destacar su trayectoria en otras ligas:
En 1945, en la Liga del Norte, con los Indios de Ciudad Juárez, donde ganó diez y perdió dos. También jugó en la Liga Invernal Veracruzana con Jalapa, Tuberos y Jáltipan.
En la Liga Nacional de México jugó con el equipo de Saltillo, donde fue líder de bateo con .345 y empujó más de cien carreras en una temporada.
También en el 1946 juega en la Liga Invernal Venezolana con Caracas…. y así, la verdad, podríamos continuar escribiendo de este enorme pelotero mexicano, toda sencillez y don de humanidad que le hace gozar su la aceptación, simpatía y respeto de todos los que le ven y saludan.
Enhorabuena. Abrazos desde Hermosillo!!