Por Jesús Alberto Rubio.
No tuve oportunidad de asistir al programa de la Peña Beisbolera de Hermosillo donde se tuvo por segunda edición seguida a Obed Plascencia, pero para los detalles del gran “Trucutú”, lo invito a que acceda al sitio en Facebook –Naranjeros Radio--, quien de inicio habló sobre los campamentos de verano que realiza la franquicia Naranja y donde él tuvo oportunidad de participar al menos unos cinco años como instructor.
“Fue una satisfacción compartir mis conocimientos con los niños, enseñándoles a ellos el béisbol de la A a la Z”, expresó con gran gusto en el programa sabatino.
Mencionó que en las clínicas impartió los fundamentos del béisbol, los cuales dijo son elementales para todo jugador, especialmente desde temprana edad, en aspectos como saber la forma de batear, tocar la bola, correr y pisar las bases, por dónde correr, agarrar elevados… y así.
Pero, pues, qué mejor escuche sus comentarios y anécdotas de ese periodo de su trayectoria profesional con el equipo capitalino que como pionero de esa acción cada año lleva a cabo esos campamentos de verano con los pequeños imberbes a quienes sin duda la inspira jugar béisbol.
De nuevo, la estatua
Hablando de la franquicia Naranja:
Pasó ya una temporada, trasladaron la estatua de Héctor Espino hacia el interior del Estadio Sonora y es hora de que nadie dice nada al respecto en cuanto a ubicarla en un sitio especial en ese escenario.
De acuerdo al proyecto, la escultura se habrá de ubicar en una explanada del estadio como figura central entre otras estatuas, pero lo cierto es que pasa el tiempo y nada de nada.
Gobierno o Naranjeros…¿quién tiene la palabra?
¿Por qué tanta letanía?
¿Quién o qué detiene al proyecto?
Bueno, quizá estén esperando que venga la próxima temporada invernal para hacer realidad su instalación.
Por ello, será que nos volvamos a sentar.
Total.
Expansión de las series
Volviendo al tema del proyecto de que las Series del Caribe se hagan extensiva hacia países asiáticos, el ingeniero Juan Antonio Jasso Rodríguez también nos comparte su opinión al respecto:
“Me agrada la idea del proyecto de expansión de la SC, ya sea con equipos del área de Centroamérica, como de Asia.
Ahora bien, si volteamos a ver a los primeros –Nicaragua, Panamá y Colombia--, luego entonces definitivamente que sería una serie latinoamericana y no del caribe.
Y si fuera con los equipos asiáticos, obviamente que pasaría a ser una serie Internacional.
He tenido la oportunidad de estar en Japón y vaya que su nivel es excelente para una competencia de esa naturaleza ya que sus países toman muy en serio este tipo de eventos.
Recuerdo que por los setentas u ochentas Tigres del México fue a Japón a cumplir una serie de compromisos. Los resultados no fueron favorables ya que de 13 juegos disputados perdieron todos. Eso habla de su nivel de competencia.
Resulta interesante el proyecto. Veremos qué se da. Y por el bien del beisbol y su afición que sea lo que mejor convenga. Feliz día, JARS”.
Abraham Montes de Oca:
Subiría el nivel de competencia y el espectáculo, pero dejará muy por debajo a los equipos locales. Aunque también sería un escaparate importante para muchos peloteros latinos y caribeños.
La primera vez que…
Y para darle continuidad a su artículo sobre los orígenes del beisbol, el maestro Héctor Barrios Fernández nos ofrece otro excelente trabajo histórico sobre el tema con el título de “La primera vez que se mencionó béisbol”.
“A Little Pretty Pocket-Book”, fue publicado por primera vez en 1744 por John Newberry en Inglaterra y fue una colección de rimas acompañadas por unos dibujos de grabados en madera las cuales contenían ilustraciones de unos niños realizando diferentes actividades lúdicas al aire libre.
El libro era un intento el cual a manera de juego buscaba enseñar a los niños el alfabeto.
La obra es considerada la primera para niños escrito en inglés, además para los interesados, contiene la primera referencia impresa conocida de la palabra “béisbol”.
El libro venía empaquetado con una pelota o con una almohadilla para colocar los alfileres, como aquellas que usaban las abuelitas de antes, al menos la mía, dependiendo si el libro era comprado para niño o para niña.
No se tiene conocimiento de que sobrevivan copias del original de la publicación de 1744 y la edición más antigua que existe data del año de 1760.
Mejor lo invito a que lea completo su artículo en: