Coraje que hizo Jesse Castillo cuando dejó pasar una recta que para él pudo haberla conectado y conseguido ¡su tercer jonrón del juego!
El imaginario, formidable, pudiendo haberse convertido en gran héroe con tres cuadrangulares y enviado a Guadalajara a sus Mayos.
Pero, sabemos que los hubiera o los hubiese, no existen.
Mis respetos para el gran Jesse, a quien seguramente se le incorporará al representativo para el clásico caribeño a iniciar el próximo viernes.
Lo que si fue real: el cuarto tolete Guinda, Joey Meneses, fue el JMV de la final al promediar .370, con dos jonrones y 5 producidas. Mis respetos para él, haciendo el 1-2 con el campeón bat de la campaña, el paisano Sebastián Elizalde.
Dos toleteros del beisbol actual que ya deberían estar en la Gran Carpa.
Y sí, ¡clase de juego y coronación de los Guindas! que le siguen ahora con once banderines los pasos a los Naranjeros, (16), aunque para decir verdad la cosa no es tan fácil porque su magnate, el ingeniero Enrique Mazón Rubio, de ninguna manera va a dormirse en los laureles y seguramente habrá de buscar/replantear la forma que le dé resultados más allá de lo que “da el beisbol”.
La experiencia fallida de los últimos torneos luego de ganar con Matías Carrillo los títulos del circuito (2013-2014 y luego en febrero la Serie del Caribe en Venezuela), por supuesto debe impulsarlo hacia la búsqueda de nueva perspectiva en la estructuración y mejor conformación del equipo que se distingue y mantiene vigente con más aureolas en el circuito invernal.
¿Detalles de la final?
Para empezar, el mánager Benjamín Gil ya tiene en su vitrina el segundo trofeo de campeón de la LMP en sus tres temporadas con Tomateros; el anterior, el 2014-2015.
Otro buen dato: desde la serie final de enero de 1998 entre Mayos y Venados no se registraban extrainnings, curiosamente en un séptimo juego.
Y los Mayos se quedaron en la orilla por segundo vez en los últimos cinco años para continuar como el equipo con la mayor sequía sin coronarse en la LMP, ya que lo hicieron por última vez en enero de 2000. También registran 0-4 en las finales que se han extendido al máximo de siete juegos.
Y anote los excelentes daticos que proporcionó el colega Fernando Ballesteros en su columna: el séptimo y decisivo representó el primer juego en toda la serie, donde el equipo que anotó primero carrera no se llevó el triunfo; fue el único encuentro que se fue a extrainnings en toda la serie y también el primero donde uno de los dos equipos anotó 6 carreras (Culiacán).
Dos más: fue el primer título de los Tomateros como visitantes desde enero de 1985, cuando viajaron a Mexicali para ganar el sexto y séptimo… y el choque tuvo tres suspensiones: primero porque se fue la luz; luego por un dron que sobrevolaba en el estadio y después por un laser que molestaba a los jugadores.
1.- Los Mayos de Navojoa: fueron a su final número 11 mientras que Tomateros lograron el banderín 11.
2.- Culiacán dominó 6-5, en ganados y perdidos, a Navojoa durante la temporada.
3.- Navojoa tiene el estadio más pequeño e incómodo de la liga mientras que Culiacán es el parque más grande y moderno de la LMP.
4.- Tomateros han ganado 11 de 16 finales, incluyendo sus anteriores: 1996, 1997, 2002, 2004 y 2015).
5.- Por el contrario, los Mayos han perdido nueve de sus 11 finales y ocho de sus últimas ocho.
INSULTANTES LOGOS COMERCIALES:
Marco Antonio Díaz Galaviz: Mi estimado maestro: La múltiples etiquetas que portan los uniformes de los peloteros, denigra a los mismos. Son profesionales que más bien parecen butargas de los muchos comercios que le etiquetan en una digna casaca que porta un ser humano, no un panfleto. Esto habla de cómo el béisbol dejó de ser un deporte de honra donde la avaricia económica aleja a la fanaticada dado lo lejos de los estadios, y lo prohibitivo a las familias comprar boletos agregando los altísimos precios de las chucherías al interior de los estadios. Aquí la avaricia económica terminó con la conciencia deportiva.
Erika Balcázar Mungarro: para el equipo, el aficionado, el deporte y un deportista lo más sagrado que hay es el uniforme y por lo tanto se le debe un respeto y el orgullo de portarlo. Sin embargo esto parece una marquesina y una tremenda burla para los mismos beisbolistas que parecen payasitos. Pero, desgraciadamente eso no es cuestión de ellos; ello se arregla en la mesa y con papeles de muchos ceros... una lástima en verdad.
Bernabé López Padilla:
No hay duda, los uniformes lucen horribles. Pero lo peor es que no todos los anuncios que portan son advertidos por la afición. Por lo menos Yo ni me doy cuenta de ellos. En la Liga de la Costa del Pacífico recuerdo que ponían un anuncio en la espalda y era de una fabricante de cerveza. Y no se veía mal el uniforme. Se puede hacer una invitación al público beisbolero: no compre lo que se anuncia en los uniformes de los deportistas, que son vejados tomándolos como monigotes. Si la gente responde nadie pagará a los clubes del deporte que sea, esa publicidad.
Marco Antonio López Trejo: terrible, triste y vergonzoso para el pelotero, en especial, esos logos comerciales en sus uniformes. Estos más bien debieran sólo ocupar espacios en el estadio y en toda la campaña publicitaria. Nunca en el uniforme.
José Luis Martínez Durán: ya los jugadores profesionales de béisbol son carteleras de publicidad. Totalmente contaminan visualmente el juego de pelota.
Alfredo Morales Romandía: denigrante para los peloteros que los usan.
Obviamente, en redes sociales y mi Facebook, por supuesto que hay más opiniones sobre el tema.