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El Diablo” y el libro de Dihigo

El Diablo” y el libro de Dihigo

Por Jesús Alberto Rubio

Con gran gusto seguimos hoy con la segunda parte de la rica historia/trayectoria de Ramón “El Diablo” Montoya:

El colega Alejandro León Cázares, lamentablemente recién fallecido, en una de sus brillantes columnas (El Deporte de las Inteligencias) escribió que los Atléticos lo reclamaban –entre 1961-1962-- pero que finalmente lo dejaron jugar en Liga Mexicana en 1963, campaña que sirvió para su consagración como ídolo de las multitudes en la pelota nacional.

Un atrapadón…

Alejandro mencionó que el 11 de agosto de aquel año los Diablos vencían 9-5 a los Sultanes de Monterrey y en la novena entrada cuando Leo Posada abrió con doblete, y el pitcher Rafael Fabela, dominó al emergente Alonso Perry con elevado al central, un nuevo emergente, José Rodríguez, pegó doble y Posada anotó la sexta carrera sultana.

Subió a la lomita Eusebio Elizalde y Alfredo “Yaqui” Ríos lo recibió con doblete, productor. Seguía otro de los más grandes peloteros mexicanos de todos los tiempos Vinicio García y el manager escarlata Tomás Herrera trajo a la lomita al estelar Ramón Arano, quien dio pasaporte a Vinicio y al bat, anunció el sonido local, Héctor Espino.

La muchedumbre guardó un respetuoso silencio, pues ya entonces se sabía del poder del cañonero de Chihuahua.

Ya se imaginará el ambiente…

Espino pudiera ser el factor de darle la voltereta al marcador y el juego, y mientras los corazones palpitaban a medio latir, el de Chihuahua prendió el lanzamiento del “Tres Patines” Arano y la pelota comenzó a viajar y elevarse, pero también en el terreno de juego “El Diablo” corrió en busca de la esférica y cuando ésta amenazaba con irse del otro lado surgió su guante y en un gran esfuerzo la atrapó mientras se estrellaba contra la barda de concreto.

El alarido de la multitud fue enorme y Montoya antes de perder el sentido le dio la pelota a Héctor Rodríguez que tiró a segunda para completar la doble matanza.

El público, los Sultanes y los Diablos y todo ser viviente que escuchaba la transmisión rompió en un gran grito, que se escuchó hasta los infiernos, ya no digamos que en los cielos.

Ahí quedó Montoya que fue llevado por sus compañeros y algunos aficionados a la caseta donde los doctores Villarreal y Zamora, atendieron al valiente demonio que había logrado salvar a su equipo y de paso colado en la historia de las grandes hazañas beisboleras, junto a las proezas de Willie Mays, de Joe DiMaggio y de tantos otros héroes del beisbol.

Salones de la fama

En 1990 ingresó al Salón de la Fama del Beisbol profesional de México y junto con él también fueron entronizados el ampayer cubano Amado Maestri, el colega Tomás Morales, Alfredo “Yaqui” Ríos y el directivo de Cajeme Alfonso Robinson Bours.

Además, desde el 2005, integra la generación del Recinto de los Diablos Rojos al igual que Benjamín Reyes, Alfredo Ortiz, Abelardo Vega, Nelson Barrera, el ingenioso cronista Oscar “El Rápido” Esquivel y el Lic. Roberto Mansur Galán.

MI PADRE, EL INMORTAL:

Esta mañana charlé a todo dar por In Box (messenger) con el colega Gilberto Dihigo en torno a la segunda edición del libro sobre su señor padre:

Al respecto, me dijo: “hay dos aspectos de esta segunda edición, la primera es que surge luego de 16 años de la primera. Eso me permitió recalibrar la vida de mi padre, porque he seguido sus pasos migratorios al vivir en Mexico, República Dominicana y Estados Unidos, naciones donde él también vivió y jugó.

Ahora en esta segunda edición agregué otras anécdotas y amplié el espacio de las estadísticas.

En este espacio de tiempo los aficionados ya conocen más a ese hombre que llamaron el Inmortal y mi libro puede ayudar a llenar los vacíos en blanco que muchos tengan sobre ese hombre comprometido con su tiempo y socialmente.

Y, en amazon, encontré lo siguiente:

Era el hombre del béisbol total.

Pero fue algo más…mucho más.

Esta edición se consolida el argumento que acredita a Martín Dihígo Llanos, matancero universal, como el jugador más completo de la pelota cubana de todos los tiempos, como hombre de ética dentro y fuera del estadio, de sangre mambisa, luchador contra injusticias y dictaduras, defensor de su verdad costara lo que costara.

Más detalles del libro y Gilberto, en: https://www.amazon.com/Mi-padre-El-Inmortal-Sp…/…/B077WHD7RR

Excelentísimo.

DR. THOMAS LÓPEZ:

Lo dijo el mismo Benjamín Gil: el objetivo de Tomateros en su visita a Mexicali era traerse una victoria; pero, no fue solo un triunfo el que lograron y vemos cómo ya cuentan con medio boleto a la Fiesta Grande.

Columna completa en:

https://beisbolredes.blogspot.mx/

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