Por Jesús Alberto Rubio.
Se habla de manera muy frecuente que los Cachorros de Chicago no ganan una serie mundial desde 1908.
La referencia es inmediata ahora que los Cubs mantienen formidable campaña camino a postemporada y con muchas probabilidades de llegar al clásico otoñal como sucedió la última vez en 1945.
A esa serie es la que, de inicio, me quiero referir:
Verá qué clase de historia:
En aquel 1945 los Cachorros dirigidos por Charlie Grimm, se enfrentaron a los Tigres de Detroit que tuvieron como su gran líder ofensivo a Hank Greenberg para llevarse el banderín otoñal.
Luego de su retorno el 1ro. de julio de las fuerzas armadas, Greenberg se convirtió en arma letal a la ofensiva, lo cual refrendó durante el Clásico en la que pegó dos cuadrangulares, produjo 7 y bateó para .304.
Pero el gran toletero no estuvo solo: ese año los bengaleces tuvieron en el zurdo Hal Newhouser toda una notable inspiración porque por segundo año consecutivo consiguió el título de Jugador Más Valioso.
Newhouser tuvo una temporada fuera de toda dimensión: fue líder en todo: 25-9 en ganados y perdidos; 1.81 en efectividad, 212 ponches, 29 juegos completos, 313 innings lanzados y ocho blanqueadas.
Un año antes, había tenido 29-9.
En la Serie ante Cachorros, Newhouser tuvo 2-1, pero un 6.10 de efectividad; empero, ganó el séptimo decisivo a Hank Borowy, quien un día antes había lanzado desde la cuarta entrada, por lo que las consecuencias fueron fatales: en el primer inning admitió tres hits consecutivos y 5 carreras que fueron determinantes para la coronación de Detroit que tuvo de timón a Steve O Neill.
Vamos al 2008
En la Serie de 1908, los Cachorros que tuvieron la famosa llave para dobles matanzas entre el campo corto Joe Tinker, el segunda Johnny Evers, así como al primera base y mánager Frank Chance, vencieron en cinco juegos a Detroit por un segundo clásico otoñal consecutivo.
Fue aquella inolvidable combinación de Tinker, a Evers a Chance... ¡para el doble play seguro!
Mordecai “Three Fingers (Tres Dedos) y Over Overall ganaron dos juegos cada uno, pero en el caso del primero, terminó con ¡0.00 de efectividad!, en tanto Chance fue el mejor bateador ofensivo del Clásico con .421.
Por los felinos, Ty Cobb, promedió .368, con 4 producidas y dos bases robadas.
En aquel 1908 el pitcheo estuvo más que dominante: Ed Walsh ganó 40 juegos (40-15), la segunda cifra más baja en la historia después del gran líder Jack Chesbro, quien tiene el récord con 41.
Walsh también impuso los registros más altos en innings lanzados (464) y juegos completos (42).
Abanicó a 269 y su efectividad fue de 1.42.
También Christy Mathewson estuvo sensacional con los Gigantes de Nueva York: ganó 37 (37-11); tuvo 34 juegos completos ponches (259), blanqueadas (11), además se acreditó seis salvados como relevo.
Su ERA fue de 1.43.
¡Fenomenal, en ambos…!
Otro grande de ese año lo fue Eddie Joss con 24 triunfos y una efectividad de 1.16 y finalmente Cy Young no quiso hacer malos quesos ese mismo departamento, con 1.26.
También, ¡súper!
Cachorros dominantes
En aquella primera década del siglo 20, los Cachorros llegaron a las Series de 1906 y 1907:
En 1906, a pesar de establecer marca de la época con 116 triunfos, cayeron (4-2) ante Medias Blancas de Chicago quienes tuvieron en el pitcheo a Ed Walsh con par de victorias mientras Doc White y Nick Altrock se acreditaron una cada quien.
Por cierto, los bateadores nomás no la hicieron a la ofensiva: Cubs: .196 y los patipálidos: 198. (Uff).
Primera limpiada en Serie Mundial
En 1907 apareció la primera Serie Mundial ganada por limpia y fueron precisamente los Cachorros quienes vencieron a los Tigres de Detroit.
Hay más, pero por hoy es suficiente.
Y es que el tiempo ya no alcanzó porque el séptimo juego Toros-Sultanes ya inició y pues…
Ya sabe usted que el ganador va a la serie por el gallardete de la LMB ante los Pericos de Puebla que eliminaron en seis a los Leones de Yucatán.
¡Y de qué forma, amigos!