Cuando los lanzadores eran de hierro
Por Jesús Alberto Rubio.
1.- José Altuve no se anda entre las ramas con los Astros de Houston: bateó cuatro hits y elevó su porcentaje a .366, el mejor de la Liga Americana. Líder bat, pues, del nuevo circuito. En la victoria de Astros (15-7) ante Mellizos, el venezolano anotó tres carreras, y en general tiene ocho hits en sus últimos nueve turnos.
2.- Con todo y que A-Rod anunció que estará de asesor e instructor con los NYY –a partir de este viernes que jugará su último partido con el equipo--, no descarta que pudiera firmar con otra franquicia. ¿Y saben quiénes le quieren “echar el guante”?: sí, los Marlins de Miami.
3.- Jaime García tiró ocho entradas con SL ante Cincy y logró su octava victoria del año (9-8) en triunfo de 3-2. Aisló seis hits, dio una base, ponchó a cuatro y ahora tiene una efectividad de 3.93. Ahora está de por vida, 61-40 y necesita una victoria para su cuarta temporada, con al menos 10.
4.- Alex Valdez, de los Sultanes de Monterrey, llegó a 30 vuelacercas esta campaña en la LMB y con esa cantidad será suficiente para coronarse campeón en la especialidad. Y es que su más cercano perseguidor, con 24, es Ricky Álvarez, de Vaqueros Laguna.
5.- Valdez, primera base del equipo regio, se convirtió en el primer elemento sultán en llegar a los 30 o más cuadrangulares, desde los 32 de Édgar Quintero en el 2011. Mendy López consiguió 30 en 2006, siendo los únicos en los últimos 10 años.
6.- Alejandro León Cázares, gran colega de la capital del país, afirma: “Nadie alcanzará el récord de Ramón Bragaña de 30 victorias en una temporada; tampoco el de más juegos completos en todos los tiempos de Arano 297 y menos aún el de James Horsford de 30 juegos completos en una campaña.
7.- También, dijo que será muy difícil o más bien casi imposible que un pitcher lance 26 juegos completos consecutivos en una temporada como lo hizo el extraordinario lanzador oaxaqueño Jesús “Chito” Ríos.
8.- Chito es el líder de todos los tiempos en el departamento de ponches recetados con 2 mil 549, y miembro del Salón de la Fama ddel béisbol mexicano desde 2013 gracias a sus 245 triunfos en el circuito veraniego ¡y cuantas cosas más!
9.- El mismo Alejandro apunta otros dos enormes retos para cualquier pitcher del béisbol actual y del futuro: los 297 juegos completos en todos los tiempos y el récord del cubano Ramón Bragaña y sus 30 victorias en una temporada.
10.- Madre santa.
11.- También volteó hacia la Liga Mexicana del Pacífico y señala que los 174 juegos completos de Vicente “Huevo” Romo siguen en espera de un valiente que se acerque a dicha marca.
12.- “Ya no digamos los 18 completos consecutivos de Eleno Cuén. Y qué decir de los 39 cierres en todos los tiempos del inolvidable “Grandote” José Peña.
¿Qué pasa?
León Cázares puntualiza: “ahora los “pitchersitos” tiran con mucha velocidad, con promedios de 90 millas por hora, pero no pasan de cinco entradas en cada juego y aunque se cuiden mucho, muy pronto tienen que operarlos del codo o del brazo, y si no hasta ahí quedó la carrera de lanzador.
Quizá sería mejor que tiraran menos velocidad y tuvieran mejor control.
Antes, añadió, “los lanzadores eran de hierro”.
Ahora para acreditarse un triunfo solamente hay que dejar el juego ganado después de cinco entradas, pero a partir de ahí, todo queda supeditado a que los relevistas hagan un buen trabajo.
¿Saben ustedes cuando alguien alcanzará el récord de 18 ponchados en un juego? Tomando en cuenta lo de las cinco entradas y ponchando a tres por inning solamente alcanzarán 15, de manera que don Martín Dihigo, Lino Donoso, Ricardo Sandate y José Ramón López pueden seguir tranquilos, Nadie, repetimos nadie los va a alcanzar.
Sería muy bueno que el límite de entradas lanzadas, para alcanzar el triunfo fuera de siete entradas, así los pitchers se esforzarían más por tirar el juego completo.
¿Qué no pueden?
Significaría que los pitchers de antaño, tenían mejor condición física y mental?
Y no muy lejos, ahí está el notable ejemplo de Ramón Arano lanzó en más décadas (6), que ningún otro lanzador.
Olvídese, como se dice en el argot beisbolero”.