No necesito decirle, ni recordarle, que Reggie Jackson fue en el beisbol de Ligas Mayores mi ídolo en los años 70´s –con Atléticos-Yankees y Angelinos, principalmente y si no lo cree, pregúntenle a mi compadre Paco Martínez.
Bueno, es posible que de usted también.
Esto viene al caso por una gran razón: Albert Pujols acaba de rebasarlo en la lista de cuadrangulares de todos los tiempos.
El dominicano pegó dos de vuelta entera y con ellos se colocó con 565 dos más que Jackson.
Ahora Pujols ocupa el lugar 13 en la historia de MLB.
El hecho ocurrió el pasado lunes en victoria de Los Ángeles-Anaheim sobre Kansas City.
Pero, lo hecho por Pujols no va a quedar sólo ahí:
Ahora va por Rafael Palmeiro (569), Harmon Killebrew (573), Mark McGwire (583) y Frank Robinson (586).
El reto, sin pensar en lesiones, es hacerlo en esta misma campaña.
Para los 600, ya luego hablaremos, que hay tiempo para el toletero dominicano de 36 años de edad.
Albert Pujols encabeza en jonrones a los Angelinos en esta campaña (5 hasta ayer) y, en su trayectoria mantiene un promedio de 37 por año en sus primeras 15 campañas en las Mayores.
Y vea esto que luce formidable:
Futureando con los registros
Vea lo que nos dice al respecto el colega Alden González / MLB.com:
Si promedia 35 por zafra para la duración de su contrato de un lustro más, terminará con 770 bambinazos, ocho más que el dueño del récord de todos los tiempos, Barry Bonds.
Si promedia 30 por temporada, terminará con 740, apenas 15 menos que Hank Aaron.
Si da 25 por campaña, concluirá su carrera con 710, a cuatro de Babe Ruth y en el cuarto lugar de la lista.
Si el promedio es de 20 por año, tendrá 680, detrás de Alex Rodríguez, el bateador designado de 40 años de los Yankees que podría estar en su penúltima campaña”.
Ok.
Pero, debemos insistir y coincidir: todo dependerá de su salud.
Ojalá y lo veamos superando Ruth, Aaron y Bonds.
¿Se imagina eso?
Sí, pensando en español.
También, ya sabe por qué razón le digo esto último.
“Miggy” Cabrera
Y si de poder latino se trata, también hay que voltear a ver al venezolano Miguel Cabrera:
Acaba de conectar tres extrabases (dos jonrones y un doble), además de remolcar cuatro carreras en el triunfo de Detroit sobre Atléticos.
Cabrera se instaló con 411 jonrones.
Y con el doblete, llegó a 496, claro, muy lejos aún del líder de todos los tiempos: Tris Speaker (792).
Recuerde que el año pasado fue el campeón bat (.338).
Pero, todo fuera como eso:
También los ganó (título/gallardete de bateo) de manera consecutiva en 2011, 2012 y 2013 con .344, .330 y .348, respectivamente con los Tigres de Detroit.
El del 2015, fue el sexto título de bateo seguido para un venezolano ya que Carlos González lo logró en 2010 con los Rockies de Colorado con .336 en la Liga Nacional.
También José Altuve (Astros), la temporada de 2014 se hizo con la corona con .341.
¡Qué cosa con los bats de Venezuela…!
Miguel Cabrera es el séptimo toletero con cuatro o más coronas de promedio en todas las Grandes Ligas.
Se unió al grupo encabezado por Rod Carew (7) y Roberto Clemente (4), como los latinoamericanos con más títulos de bateo.
¿Así de fácil?
CESÁREO SUÁREZ NARANJO:
Capítulo 19.
Seguimos con esta labor - bastante grata - de platicar acerca de la vida de uno de los peloteros "más completos", que han aparecido en el firmamento del beisbol nacional: Miguel "Becerril" Fernández.
Pero como nos habíamos quedado en el momento que mencionábamos los nombres de los jugadores de los Millonarios de Puerto México, uno de los equipos que participaron en la temporada 1961/62 de la Liga Invernal Veracruzana, bien vale la pena señalar que eran patrocinados por un grupo de empresarios de gran solvencia en Coatzacoalcos, encabezados por el señor Pedro "Perico" Ruiz Ruiz y su hermano Mario (conocido, cariñosamente, como "El Flaco", con quien tuve bastante amistad), y respaldados por los señores Víctor y Pepe Tubilla, Antonio Sánchez; y contando, además, con el dinamismo del señor Virgilio Ahuja, como Gerente.
Como buenos aficionados, apoyábamos a nuestro equipo; es más, el grupito que formábamos de entre seis a ocho amigos, para expresar mejor nuestro entusiasmo mandamos a hacer matracas, compramos cencerros, y yo - además - me "armé" con una bacinilla a guisa de casco.
Esto dio lugar a una sabrosa anécdota. Amábamos un ruidero de los "mil demonios", pero nadie decía nada, sobre todo cuando iba ganando nuestro equipo. Pero un día ocurrió que nos estaban dando una "santa paliza", los de Jåltipan, y nosotros, ¡dale que dale!, seguíamos apoyando al equipo.
Leer la columna completa en LA HERMANDAD DEL BEISBOL.