Mike Piazza fue también seleccionado como nuevo integrante del recinto de Cooperstown, mientras que Jeff Bagwell y Tim Raines no alcanzaron el porcentaje requerido, de acuerdo con los resultados anunciados el miércoles.
Griffey, toletero estelar durante la llamada "era de los esteroides", jamás fue manchado sin embargo por acusación alguna sobre consumo de drogas para mejorar su desempeño.
"Es bastante simple. Siempre he dicho que debo tener la capacidad de mirar a mis hijos a los ojos y que uno debe jugar limpio", explicó Griffey tras el anuncio.
El astro figuró en las papeletas de 437 de los 440 votantes de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica (BBWA), con lo que se quedó a un palmo de la votación unánime.
No se reveló la identidad de los periodistas que no votaron por Griffey.
"No puedo estar molesto", dijo Griffey acerca de no haber recibido el voto de todos los participantes. "Simplemente es un honor ser elegido, y tener el mayor porcentaje me ha dejado definitivamente en shock".
Era la primera vez que Griffey podía ser votado como nuevo integrante del Salón de la Fama.
Su porcentaje, de 99,3% de los votos, rebasó el alcanzado por Tom Seaver con 98,84% en 1992.
"Contento y conmocionado por estar en semejante club de elite", dijo Griffey a MLB Network, sobre sus sentimientos. "Por si no lo saben, soy verdaderamente supersticioso. He participado tres veces en el juego del Salón de la Fama y jamás he puesto un pie en el recinto. No he visto ni siquiera la fachada. La única vez que quería entrar ahí era como miembro".
Piazza, quien figuró entre los candidatos por cuarta ocasión, obtuvo 365 votos. El año pasado, se quedó a 28 de la asunción.
Ambos quedarán elevados oficialmente como nuevos integrantes del salón y museo durante una ceremonia prevista para el 24 de julio.
"Es increíble, algo especial. ¡Guau!", exclamó Piazza en una llamada telefónica con MLB Network. "Estoy sentado en el piso, boquiabierto".
Un pelotero necesita al menos el 75% de los votos para conseguir el máximo honor en el béisbol. Bagwell se quedó a 15 votos y Raines a 23.
Trevor Hoffman, elegible por primera ocasión, estuvo 34 votos por debajo del mínimo necesario.
Hubo 109 votos menos que el año pasado, pues quedaron eliminados del electorado los periodistas que no habían escrito sobre béisbol durante 10 años en los medios, bajo una nueva regla.
Esta reducción del total de votantes incidió también en un aumento significativo en el respaldo a algunos astros acusados de utilizar esteroides. Roger Clemens llegó a 45% y Barry Bonds a 44%.
Ambos habían obtenido alrededor del 37% del apoyo el año anterior.
Mark McGwire, quien admitió que había consumido esteroides, recibió apenas el 12% de los votos, en su décima y última aparición posible como candidato.
La mitad de los 10 máximos jonroneros de la historia no está todavía en el Salón de la Fama: Bonds (762), Alex Rodríguez (654), Jim Thome (612), el dominicano Sammy Sosa (609) y McGwire (583).
Sosa recibió este año 7% de los votos, dos puntos porcentuales por encima del mínimo requerido para poder participar en la próxima elección.
Rodríguez, quien purgó en 2014 una suspensión de un año por dopaje, sigue en activo. Thome será candidato por primera vez en 2018.
"Muchos de ellos eran miembros seguros del Salón de la Fama, antes de que comenzara todo esto", indicó Griffey.
Opinó que los análisis antidopaje, comenzaron en el béisbol en 2003, deberían eliminar la posibilidad de estigmatizar a la generación actual de jugadores.
"No habrá dudas, y lo sabremos de aquí en adelante", comentó.
Curt Schilling vio incrementado su apoyo de 39 a 52%, Edgar Martínez de 27 a 43% y Mike Mussina de 25 a 43%.
Griffey y Piazza siguieron caminos muy distintos hacia el estrellato. Griffey fue la primera selección en el draft amateur de 1987, y se convirtió en el único que ha tenido ese honor y que llega después al Salón de la Fama.
Piazza fue reclutado por los Dodgers de Los Angeles en el sitio 1.390 en 1988, dentro de la 62da ronda.
Desde 1965, cuando comenzó el draft, el puesto más bajo en el reclutamiento ocupado por un futuro miembro del Salón de la Fama correspondía a John Smoltz, el 574 en la 22da ronda de 1985.
"Esto demuestra lo especial que es este deporte", comentó Piazza. "Se distingue en eso de otros deportes. Las aptitudes atléticas ayudan definitivamente pero no son lo único que puede hacerte exitoso".
Conocido simplemente como "Junior" por muchos, en contraste con su padre homónimo tres veces elegido al Juego de Estrellas, Griffey jugó junto a su progenitor en Seattle durante 1990 y 91.
Jardinero, como su padre, resultó elegido 13 veces al Juego de Estrellas y concluyó su carrera con 630 vuelacercas, la sexta cifra más alta en la lista histórica.
Tras llegar a las mayores en 1989, se le seleccionó 11 veces seguidas para el clásico de media temporada, a partir de 1990.
Después de la campaña de 1999, deseó jugar más cerca de su casa en Florida, y buscó que lo cedieran en canje a Cincinnati --el antiguo equipo de su padre y la ciudad donde Griffey Jr se crio. Afectado por las lesiones, no volvió a remolcar 100 careras después de su primera campaña con los Rojos.
Se mudó a los Medias Blancas de Chicago en 2008 antes de pasar su última temporada con los Marineros. Griffey sería el primer miembro del Salón de la Fama con una gorra de los Marineros. No ha revelado si se decidirá por ese equipo.