12 de Diciembre de 2019

Lo que no habría imaginado él hace diez años cuando era identificado como una de las figuras más temidas del gabinete de Felipe Calderón, según la revista Forbes, publicación que lo incluyó en su lista de los personajes más corruptos de México en 2013.

Vaya giro de los acontecimientos. Hoy, Genaro García Luna duerme en una prisión en Texas, a la espera de su próxima audiencia.

Ninguno de los delitos que autoridades de Estados Unidos le imputan son señalamientos nuevos, por el contrario: la última vez que escuchamos sobre sus posibles vínculos con el Cártel de Sinaloa fue justamente el año pasado, durante el juicio a Joaquín El Chapo Guzmán.

Sin embargo, los señalamientos vienen de hace muchos años. Desde su presencia en la AFI, luego en la Policía Federal, a García Luna lo ha perseguido una sombra de dudas. Los montajes mediáticos de hace más de una década poco ayudaron a mantener limpia su imagen.

La llamada guerra contra el narco y sus resultados, menos aún.

“Espero que se realice un juicio justo y apegado a derecho en el que, si se demostrara su culpabilidad más allá de toda duda, se aplique todo el peso de la ley. De confirmarse los hechos de los que se le acusa, ésta sería una gravísima falta a la confianza depositada en él (...)

Debo decir que la política de seguridad de mi administración no era, ni remotamente, producto de las decisiones de un solo funcionario...”, expresó Felipe Calderón tras la noticia del arresto de quien fuera uno de sus más cercanos colaboradores.

No fue el único sorprendido. Tal parece que el caso García Luna fue para algunos tema inesperado:

“Nunca tuve un elemento para poder hablar al respecto de que estuviera con alguna situación al margen de la ley, nunca, si no, por supuesto nunca lo hubiera ni ocultado ni dejado de señalar...”, expresó Miguel Ángel Osorio Chong.

El exsecretario de Gobernación afirmó que durante el sexenio pasado no hubo nunca un solo indicio que provocara una investigación contra García Luna. Tal vez sea cierto o mero deseo con miras al propio futuro.

Curiosa respuesta. Si algo sabemos del sistema judicial de Estados Unidos es que pocas veces reaccionan con un expediente mal armado. Qué información tendrán que realizaron una captura del más alto nivel:

la de un exfuncionario mexicano de primera línea.

¿Y García Luna será el único bajo la lupa?

¿EU irá por otros funcionarios que, durante aquellos años, se encargaban de la seguridad y justicia en nuestro país?

¿Marisela Morales? ¿Arturo Chávez Chávez?

“Hay quienes volteaban con aguerrida nostalgia hacia la “estrategia” de seguridad del pasado (...) este hecho refleja por sí solo el desastre que heredamos en esta materia...”, escribió Alfonso Durazo en Twitter.

El secretario de Seguridad Pública da así un abrazo a la política implementada por López Obrador.

El hecho en sí, la detención de García Luna, es una palmada en la espalda para aquella idea de “abrazos, no balazos...”.

Será importantísimo seguir el curso de este caso, sobre todo, repito, por lo que EU tenga que mostrar en contra del acusado de recibir millones de dólares de El Chapo; no sólo porque, subrayamos, no abren un expediente así sólo con señalamientos y rumores, sino por el mensaje que desde allá quieran enviar para este lado de la frontera.