25 países donde Estados Unidos está fabricando armas biológicas
Foto: Hispan TV

Un reciente informe de Science Policy Forum, del Departamento de Genética Evolutiva en el Instituto Max Planck, revela que el Ejército de Estados Unidos fabrica virus, bacterias y toxinas letales con fines bélicos en una flagrante violación de la Convención sobre Armas Biológicas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Por su parte, la agencia rusa Sputnik difundió que especialistas de genética evolutiva, bioética y derecho de universidades alemanas y francesas, declararon que el programa militar de EE. UU. que pretende usar insectos para transmitir virus genéticamente modificados constituye una violación de la Convención sobre armas biológicas.

Otra nota informativa, dada a conocer por la periodista de investigación búlgara Dilyana Gaytandzhieva, dice que científicos prueban virus creados por el hombre en los biolaboratorios del Pentágono en al menos 25 países bajo cobertura diplomática.

La reportera asegura que la Agencia de Defensa para la Reducción de Amenazas (DTRA, por sus siglas en inglés), financia tales laboratorios a través de un programa militar de millones de dólares, conocido como Programa de Participación Biológica Cooperativa (CBEP, por sus siglas en inglés).

Lo descrito hasta aquí, aunque parezca alarmante, es parte de una realidad y debe divulgarse y hacerse saber a la comunidad internacional.

En la revista Science y con el título ¿Investigación agrícola o un nuevo sistema de armas biológicas?, científicos en la materia ponen en duda el llamado proyecto de investigación del Pentágono de Estados Unidos, que propone introducir alteraciones genéticas en campos de cultivo, utilizando virus infecciosos que se dispersarían a través de insectos. Según los autores del artículo, estas características hacen pensar que el proyecto tiene intención de ser utilizado de forma ofensiva y, por tanto, convertirse en una posible arma biológica.

Esta realidad debemos conocerla, más hoy cuando con el uso de mentiras mil veces repetidas, Washington lo mismo declara una guerra so pretexto de que Irak tiene armas de exterminio masivo, o prepara un escenario mediático en Siria, acusando a su Ejército de usar armas químicas, para luego bombardear a esa nación.

Un deber de la prensa –que muchas veces no se cumple– es el de desmontar a través de la verdad, toda patraña que se fabrica intencionadamente para beneficio de grandes intereses económicos y geoestratégicos.

La única forma de salvar a la humanidad de las guerras es a través de la verdad, la que debe imponerse por encima del más sofisticado engendro militar o de manipulaciones biológicas para ocultar objetivos letales.

Una denuncia muy reciente, pero poco divulgada por los grandes medios occidentales, refiere que «EE. UU. rodea a Rusia y China con laboratorios de armas biológicas».

La argumentación la expone el Ministerio de Defensa ruso cuando asegura que «Washington está aumentando constantemente su potencial biológico y el control de colecciones nacionales de microorganismos patógenos, no solo en las antiguas repúblicas soviéticas. Más de 25 laboratorios controlados por EE. UU., con un alto nivel de protección biológica, están funcionando y se están modernizando constantemente hoy día, lo que se confirma con los datos oficiales de la ONU», dijo el mayor general Igor Kirillov.

El alto militar ruso se refirió al  Centro Richard Lugar, situado cerca de la capital georgiana, Tiflis. Lo califica como solo un pequeño elemento del extenso programa militar-biológico de EE. UU.

Señala que un informe para la Investigación sobre la Salud Pública en Georgia, publicado por el exministro de Seguridad Nacional de ese país, Igor Giorgadze, arrojó luz sobre la situación biológica en el sur de Rusia, incluida la propagación del virus de la peste porcina africana.

Describe que al menos 73 pacientes georgianos murieron desde el año 2015 en el laboratorio Richard Lugar, con los cuales supuestamente se experimentó bajo el pretexto de un tratamiento médico, se afirma en el citado documento.

Recientemente, en un artículo del diario español El País se alertaba sobre el programa militar norteamericano para propagar virus con insectos y sobre el cual hay científicos europeos que temen su posible uso como arma biológica incontrolada.

El programa estadounidense de armas biológicas empezó oficialmente en la primavera de 1943. Las investigaciones continuaron tras la Segunda Guerra Mundial, cuando Estados Unidos construyó un gran arsenal de agentes y armas biológicas. El programa, guardado en secreto, fue objeto de denuncias cuando se descubrió que habían sido comunes las pruebas de laboratorio y de campo, algunas de las cuales usaron a individuos sin consentimiento previo.

Las denuncias actuales señalan que Washington ha creado armas biológicas para una nueva guerra mundial y lleva a cabo pruebas en los países bálticos, sostiene el analista de Sputnik, Alexandr Jrolenko.

 
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Miguel Angel dijo:

1

17 de octubre de 2018

13:54:15


Otra convincente denuncia realizada a través de este artículo por su autor. Aunque parezcan prácticas diabólicas realizadas por los "investigadores" de las hordas fascistas durante la 2ª GM, se pueden exponer son algunos de los experimentos realizados por el imperio yanqui a lo largo de la historia. Permítanme colocar un reducido número de ejemplos: El experimento Tuskegee fue un estudio clínico llevado a cabo entre 1932 y 1972 en la ciudad estadounidense de Tuskegee (Alabama), por el Servicio Público de Salud de usa con centenas de afroestadounidenses para observar la progresión natural de la sífilis si no era tratada y si se podía llegar hasta la muerte. El Gobierno de Guatemala denunció que más de 2.000 personas fueron infectadas con sífilis, gonorrea o cancroide sin su conocimiento (según otros datos, más de 5.000 guatemaltecos) en los años 40, para estudiar la evolución de la enfermedad. Fort Detrick, ubicado en Maryland (EE.UU.), es un centro de investigación biológica y de desarrollo de armas químicas que desde hace más de 50 años se dedica a detectar enfermedades mediante una “manipulada ingeniería de la infección”. Está perfectamente documentado y denunciado que una de las tantas cosas que copió el gobierno estadounidense del nazismo fue su programa de guerra biológica que se aplicó durante el Tercer Reich. A través de la "Operación Paperclip", los servicios de inteligencia y militares de EE.UU. llevaron de forma secreta a USA a unos 700 científicos nazis para extraer de ellos todos sus secretos en armas químicas y otros experimentos con seres humanos. Durante la 2ª GM, el Fort Detrick emprendió una intensa investigación sobre guerra biológica que estuvo supervisada por George Merck (laboratorios Merck), un gran aliado de Hitler y presidente de una de las mayores industrias farmacéuticas de EE.UU. En los años 70 el Centro de Fort Detrick cambió de nombre, ahora se llama instalaciones Frederick para la investigación sobre el Cáncer, que es supervisado por Departamento de Defensa, el Departamento de Seguridad Interna, la CIA y el Instituto Nacional del Cáncer (que patas para una mesa). En ciudad Maryland mas de 500 familias afectadas con cáncer sospechan que la causa de su enfermedad se debe a los experimentos químicos que hace el Cuartel Detrick cerca de sus viviendas (daños colaterales). Hecho estudiado y debidamente documentado por la cadena estadounidense FOX. Las FA de eeuu y la cia realizaron una serie de simulaciones de ataques químicos y biológicos contra varias ciudades estadounidenses a mediados del siglo pasado: La cia dispersó el virus de tos ferina en la bahía de Tampa, usando barcos. Como consecuencia estalló una epidemia de tos ferina, que dejó 12 personas muertas. La marina de guerra roció a la ciudad de San Francisco con bacterias patógenas y por ello muchos ciudadanos padecieron neumonía. El ejército de usa dispersó millones de mosquitos portadores de la fiebre amarilla y el dengue sobre Savannah, Estado de Georgia, y Avon Park, Florida, provocando epidemias de éstas enfermedades entre la población civil. El macabro proyecto MKULTRA fue un experimento llevado a cabo por la cia que buscaba encontrar maneras de controlar la mente, para lo que contrató al doctor Donald Ewen Cameron para su realización. En en el marco del Subproyecto 68, el doctor sometía a los pacientes de su Instituto Memorial Allen en Montreal con depresión bipolar o trastornos de ansiedad a una 'terapia' que les dejó serios daños y alteró sus vidas de forma irreparable. Sometieron a los soldados estadounidenses a los efectos del gas mostaza, lewisita y otras sustancias tóxicas para evaluar sus efectos, sin que los mismos conocieran las diabólicas prácticas. En el año 1993 el gobierno yanqui "pidió perdón" a sus ciudadanos por el peligro a que fueron sometidos en el pasado con experimentos secretos, algunos de ellos sobre seres humanos, con material nuclear. Seiscientas personas fueron expuestas a radiación en estas pruebas, entre las que 18 fueron directamente inyectadas con plutonio y murieron en años posteriores (en el marco del proyecto Oak Ridge). Algunos de los experimentos más crueles con humanos durante la 2ª GM fueron realizados por la Unidad 731 japonesa al mando del comandante Shiro Ishii. En dichos "experimentos", perpetrados en el nombre de la investigación biológica, extremidades de cuerpos humanos fueron amputadas y luego cosidas en otras partes del cuerpo; las extremidades de las víctimas fueron congeladas y volvieron a descongelarse, provocando infecciones gangrenosas que fueron estudiadas. Además, diversas bacterias y otros organismos vivos se inyectaron a prisioneros para observar sus efectos. Después de la 2ª GM este asesino fue arrestado, pero nunca llegó a pagar por sus crímenes, ya que el general estadounidense Douglas MacArthur le concedió la inmunidad a cambio de la información bacteriológica obtenida mediante estos satánicos experimentos. Las pruebas de las barbaries yanquis en el desarrollo de las armas de exterminio masivo son muy extensas. Otro aspecto que debemos mencionar es lo relacionado a la nanotecnología, con aplicaciones en diversas esferas de la actividad humana, incluyendo la medicina, donde eeuu es uno de los pioneros y vanguardistas. Cabe destacar que los rectores en las investigaciones en la nanotecnología en los eeuu son sus FA, la cia y los servicios de seguridad, curioso verdad? A nivel internacional existen aplicaciones de la nanotecnología muy loables y beneficiosas, pero en otras ocasiones dirigidas a objetivos muy malignos, como la inoculación de enfermedades, nanotoxinas y otros elementos perjudiciales para el ser humano. De los 25 países que se presentan como sede de tales laboratorios de fabricación de armas biológicas, llama poderosamente la República Socialista de Vietnam. https://es.sott.net/article/58092-

Tamara Dovale Moisés dijo:

2

17 de octubre de 2018

20:01:49


Mientras más leo sobre las prácticas del gobierno de EUA, más odio les cojo. Son lo peor de lo peor y lo peor de todo es que se quieren hacer los buenos y un monton de gente les cree sus mentiras. Son peor que el Evola, que según tengo entendido salió también de un laboratorio de ellos. Cuando será que los pueblos despertarán y se darán cuenta de quién es el enemigo de la humanidad.