NUEVA YORK.- Amenazas de violencia contra periodistas por hacer su trabajo son comunes, y una estrategia para muchos es pensar que las palabras están casi vacías, hasta que ese pequeño consuelo fue destrozado por las muertes de cinco personas en Maryland sala de prensa del periódico.

Los reporteros mantienen en gran medida historias de lectores o espectadores enojados consigo mismos, aunque el ataque del jueves en Maryland obligó a muchos a compartir sus experiencias en las redes sociales y en las redacciones como una forma de terapia grupal el viernes.

"Dado que estos se convierten en una parte regular de su vida, tiene que convencerse de que muchas personas, incluso si quieren actuar, no actuarán", dijo Jared Paul Sexton, que escribe sobre política para Salon y otros medios. "Cuando sucede algo como esto, te das cuenta de que podría".

Sexton ha escrito extensamente sobre el movimiento nacionalista blanco, y sabe que las personas rastrean sus idas y venidas en línea. La gente ha circulado su casa en autos, entrando a su entrada y ha encendido sus luces. Su casa ha sido violada. "Intimidación bastante estándar", dijo.

Esta semana, Sexton recibió una llamada de alguien que describió vívidamente cómo le gustaría asesinarlo y desmembrarlo.

"Siento una responsabilidad", dijo. "Creo que estamos en un montón de problemas. Esto está sucediendo en este país. Siento que tengo que seguir trabajando en esto o me iré con mucho pesar "

Michelle Ferrier caminó y se alejó. Como columnista de un periódico negro femenino en Daytona Beach, Florida, su correo reveló mucha fealdad. Fue a la policía cuando un escritor la acechó y aumentó sus amenazas. Cuando trabajaba por las noches, no había seguridad ni nadie que la llevara hasta su automóvil.

Ahora profesor de periodismo en la Universidad de Ohio, Ferrier fundó TrollBusters, una organización que brinda asesoramiento y recursos a periodistas que han sido amenazados.

Mientras que los periodistas en las zonas de conflicto tienen más probabilidades de lidiar con la violencia, aún existe un peligro para quienes trabajan en salas de redacción en los Estados Unidos.

Algunos periodistas duros toman amenazas como parte del trabajo; Un hombre dijo en Twitter el viernes que cuando comenzó, un colega le dijo que no era un "verdadero periodista" hasta que recibió una amenaza de muerte. Otros se obsesionan con quienes los amenazan, dijo ella.Según los informes, el sospechoso acusado en el tiroteo del jueves en el Capital Gazette en Annapolis envió mensajes amenazantes y demandó al periódico por un artículo anterior sobre él. Ferrier dijo que esperaba que el tiroteo en Maryland recuerde a las organizaciones noticiosas la importancia de tomar las amenazas en serio. En The Associated Press, el jefe de seguridad global envió el viernes un correo electrónico a los miembros del personal con consejos de seguridad.

Muchos periodistas también trabajan en un ambiente cada vez más tenso creado por las críticas del presidente Donald Trump a los medios como el "enemigo del pueblo". El corresponsal de la Casa Blanca de la CNN Jim Acosta escribió esta semana sobre una anciana en una manifestación de Trump en Carolina del Sur gritando una obscenidad a él y diciéndole que "eres una escoria". "Sal de aquí."

Las redes sociales son necesarias para que los periodistas realicen su trabajo, pero también hacen que sea más fácil amenazarlas, dijo Sam Escobar, subdirector digital de Allure. Al hablar con otras mujeres al respecto recientemente, una describió que se le envió una discusión en el foro de personas que querían violarla.

Los mensajes iban desde escalofriante hasta agitación de la cabeza: una mujer que dijo que escribe sobre el maquillaje fue acosada. Alguien tiene una amenaza de muerte por escribir una revisión aproximada de un álbum de Shawn Mendes en un periódico de la universidad. Un caricaturista de Nueva York dijo que alguien escribió: "Ve a morir dolorosamente en algún rincón". Espero que todos te escuchemos gritar".

No creo que la gente se dé cuenta de que detrás de las historias que leen todo el tiempo son seres humanos", dijo Escobar en una entrevista.

Aunque no ha sido amenazado personalmente desde que un hombre lo golpeó contra una caja de correos en 1982, el columnista del periódico David McKay Wilson dijo que el tiroteo en Maryland le permitió vislumbrar un mundo nuevo y peligroso.

"Me hace sentir como si los niños se sintieran en la escuela ahora", dijo Wilson, escritor del Journal News en el condado de Westchester, Nueva York. "Cuando estaba en la escuela, nunca me preocupé porque la gente entrara y me matara. De alguna manera me puso en la cabeza de un adolescente hoy".

Francisco Vara-Orta era un reportero de 23 años de Los Angeles Times cuando recibió su primera amenaza de muerte: una persona que escribió que deseaba que Vara-Orta y su madre fueran asesinados y arrastrados por las calles como un ejemplo. Ahora está trabajando en un proyecto sobre crímenes de odio e incidentes de prejuicio en las escuelas para ProPublica y se le dijo que esté preparado para que las personas obtengan su información personal en línea y la usen para amenazarlo.

Después de lo que sucedió en Maryland, es importante que el público sepa lo que está pasando con muchos periodistas, dijo.

"La gente va a decir que los periodistas están exagerando", tuiteó Anne Helen Petersen, una periodista de Buzzfeed que dijo haber recibido amenazas de muerte por correo electrónico y alguien que amenazó con cortarle la garganta a su perro.

"No estamos", escribió ella. "Hemos estado reaccionando poco durante años".