La pena de muerte puede ayudar a reducir los peores crímenes

 

 

07 de Junio de 2018

Por Jesús Sesma Suárez*

 

Hace un par de semanas comentaba con ustedes que en el Partido Verde estábamos valorando la posibilidad de proponer la pena de muerte para prevenir algunos de los delitos más crueles e inhumanos.

Pues bien, el día de ayer presentamos formalmente dicha propuesta ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, misma que consiste básicamente en volver a establecer la pena de muerte en nuestra Constitución como uno de las sanciones que se pueden aplicar a los responsables de los delitos que más lastiman a nuestra sociedad, como los secuestradores que asesinan o mutilan a sus víctimas, entre otros.

Sabemos que se trata de un tema sumamente delicado y por eso incluimos en nuestra propuesta la participación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para asegurarnos de que no se cometan errores en las sentencias y no se castigue a ningún inocente. Para lograr esto, la Corte deberá decidir en cada caso y por cuando menos ocho de sus 11 integrantes, si se aplica o no la pena de muerte.

Estamos conscientes de que no es nada agradable hacer este tipo de propuestas. Más bien es algo muy triste, pero la violencia que estamos viviendo como sociedad por causa de los delincuentes más desalmados simplemente es algo que ya no se puede seguir tolerando.

Todos los días somos testigos de acciones abominables por parte de la delincuencia, pero no sólo eso, también de sus emboscadas crueles y sanguinarias a los cuerpos policiacos y a los miembros de nuestras Fuerzas Armadas, que no hacen más que darnos un mensaje muy claro: no les interesa el bienestar ni la tranquilidad de la sociedad mexicana y son capaces de hacer cualquier cosa con tal de satisfacer sus intereses. Ante estos criminales, en el Partido Verde consideramos que la pena de muerte es la solución.

Quiero decirles que hemos investigado al respecto y nos hemos encontrado con datos muy interesantes que apoyan nuestra idea de que la aplicación de la pena de muerte reduce el número de delitos, como el homicidio. La lógica de estos estudios realizados en universidades de Estados Unidos es simple y consiste en que, si cometer un delito puede llegar a costarle la vida al responsable, éste lo pensará dos veces antes de atentar en contra de la vida de otras personas.

Seguramente habrá quienes no compartan nuestra idea y que califiquen esta iniciativa de no tener fundamento, pero yo les preguntaría a todos ellos, ¿quién está defendiendo los derechos de las víctimas; de esos padres, madres, esposas, esposos e hijos e hijas que jamás volverán a ver a sus seres queridos y que ya nunca podrán estar en paz cuando tengan que salir a las calles de sus pueblos y ciudades?

¿Acaso la delincuencia no se encuentra ya aplicando la pena de muerte con las decenas de ejecuciones que a diario lleva a cabo sin ningún miramiento y sin ningún castigo?

¿Por qué casi nadie alza la voz para declararse en contra de todos esos asesinatos, pero siempre hay muchos que se declaran en contra de la pena de muerte para todos aquellos delincuentes que se han robado nuestra paz y nuestra tranquilidad?

Creo que el remedio para acabar con esta lamentable situación de violencia e inseguridad es imponer a los delincuentes más despiadados un castigo ejemplar. Por eso, la amenaza de poder ser castigados con la pena de muerte seguramente les hará pensar mucho más antes de seguir cometiendo los crímenes más atroces en contra de la sociedad mexicana.