La decisión de premiar de El Palacio de Hierro la tomó el PRI. Hay un acuerdo que partidiza —y desnaturaliza— la entrega: cada año le toca a uno de los tres principales grupos parlamentarios designar al ganador. En 2015 era el turno del tricolor.  Apoyaron el PAN y el PVEM. El Consejo Coordinador Empresarial fue el que propuso la candidatura del próspero hombre de negocios." dice  Francisco Garfias en su columna de Excelsior

Logicamente quienes se oponen a que se entregue la dichosa medalla son los de la oposición, tal vez nomás por joder, pero el dársela a uno de los hombres más ricos de México, sea lo que ofende a quienes viven de decir que son socialistas. ¿Usted que opina?. Y el Peje ya pidió que se le entregue la misma medalla a Carlos Salinas de Gortari, y nada más falta que alguien sugiera otra para Archivaldo Guzmán.

Lo cierto es que Alberto Bailléres, si la acepta, tendrá que ir preparado a recibir una rechifla de los Senadores de la oposición izquierdista.

Y hablando de recibir premios o de otorgarlos, algo insólito pasará en Sinaloa, ya que circula una invitación para asistir hoy viernes 6 de noviembre de 2015 a las 9:00 horas a un acto donde serán investidos como Doctor Honoris Causa los ciudadanos Mario López Valdez, Gobernador Constitucional de Sinaloa y Francisco Cuauhtémoc Castro Frías; lo otorga la Universidad de Occidente.

  El doctorado honoris causa es un título honorífico que da una universidad a personas eminentes. Esta designación se otorga principalmente a personajes que han destacado en ciertos ámbitos profesionales y que no son necesariamente licenciados en una carrera. Históricamente un doctor honoris causa recibe el mismo tratamiento y privilegios que aquellos que obtienen su doctorado académico de forma convencional, a menos que se especifique lo contrario.

Honoris causa (h.c.) es una locución latina cuyo significado es «por causa de honor», una cualidad que conduce a uno al cumplimiento de sus deberes, respeto a sus semejantes y asimismo, es la buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones de servicio, las cuales trascienden a las familias, personas, instituciones y las acciones mismas que se reconocen. Es un alto honor para personas de testimonio social, reconocido e intachable. En la mayoría de los casos, esta locución es antecedida por el término maestro o doctor.

En el haber de todo centro de enseñanza superior que se precie existe una selecta lista compuesta por científicos, investigadores, pensadores o artistas de prestigio distinguidos con el doctorado «honoris causa», algo que constituye, probablemente, uno de los mejores escaparates de su potencial académico y de investigación.

El otorgársela al Doctor Francisco Frías Castro, Secretario de Educación Pública y Cultura y Presidente de la Junta Directiva de la Universidad de Occidente, seguramente llamará la atención, ya que se coloca en una posición de juez y parte, toda vez que él por ser Presidente de la Junta Directiva participa en las decisiones de esta índole, de aprobar o no el otorgamiento de estos reconocimientos. Obviamente, habrá quien diga que ese título de Doctor vale menos que el que obtuvo por haber cursado el Doctorado en Derecho en la UNAM.

En cuanto a MALOVA no tengo noticias de que se haya entregado anteriormente a un gobernador en funciones, lo cierto es que también habrá comentarios sobre el particular, mejor hubiera sido esperar a que saliera del cargo y entonces sin la investidura de gobernador otorgarle el doctorado honoris causa, total las razones para su otorgamiento nadie las borrará.

En fin ya veremos que dice la vox populi, que todavía se rie de los premios Tlatoanis que recibió Zenén Xochihua y varios presidentes municipales del país, asi como funcionarios menores de los ayuntamientos. Recuerdo los chistes que sacaron de Chuy Vizcarra quien recibió muchos reconocimientos del tipo de los Tlatoanis, que en lugar de dar honor y gloria, producen el efecto contrario por lo devaluados que están.