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Historia y Cultura

Presentarán queja contra ministro Luis María Aguilar por ser "omiso" con empresa que debe impuestos

JIMENA CAMPUZANO | 09:02 hrs.
 
 
 
Ministro Luis María Aguilar en la Corte

El gobierno federal acusa al ministro de retrasar el fallo sobre la empresa que debe impuestos. (Cuartoscuro)

 

El gobierno federal presentará una queja contra el ministro Luis María Aguilar Morales ante el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por su actuación “omisa” en el caso de una empresa que dejó de pagar impuestos y que debe actualmente más de 25 mil millones de pesos por este concepto, anunció el procurador fiscal Arturo Medina.

El funcionario detalló que tras una fiscalización a esta empresa, de la que no reveló el nombre pero dijo que tiene presencia nacional, en 2010, 2012 y 2013 se detectó que dejó de cumplir con sus obligaciones tributarias y cuyo adeudo es de más de 25 mil millones de pesos. 

"Abusando de su gran estructura ha operado diversas estrategias legales para impugnar y retrasar la emisión de una sentencia que la obligue al pago de impuestos”, denunció el procurador fiscal y dijo que en los últimos ocho meses el actuar del ministro a abonado a que aún no haya una resolución.

Agregó que parte de la estrategia de esta empresa para no pagar los impuestos que debe ha consistido en solicitar la facultad de atracción de sus asuntos en la Corte “con el pretexto que son novedosos y relevantes”, sin embargo, aseguró que ya existen jurisprudencias, antecedentes y precedentes en este tipo de temas.

"Desde hace 13 años se han interpuesto diversos juicios y se tan retrasado los litigios y en particular en los últimos ocho meses el ministro Luis María Aguilar Morales, quien con el pretexto de la excepcional facultad de atracción solicitada por parte de la empresa, pidió al pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación analizarlos y ha sido omiso en revolver sin causa justificada”, puntualizó.

 

El procurador fiscal acusó que con su actuación, que calificó como “omisa”, el ministro no sólo atenta contra la Constitución y la naturaleza de la propia Corte, sino también contra “los recursos de todos los mexicanos”.

“Frente a esta actuación el gobierno federal presentará una queja en contra del ministro por este actuar. Este estilo de actuación selectiva, dirigida y controlada en la administración de justicia debe erradicarse para beneficio de todos los mexicanos”, dijo.

López Obrador critica a Luis María Aguilar por guardar expediente

El presidente Andrés Manuel López Obrador criticó que el ministro Luis María Aguilar aplique justicia selectiva, ya que consideró que resolvió en fast track lo que tiene que ver con los libros de texto gratuitos y el de la empresa que dejó de pagar impuestos lleva ocho meses guardado el expediente.

“Pidió él (el ministro Luis María Aguilar) este expediente, lo pide para guardarlo, lo tiene ocho meses y no resuelve porque se trata de 25 mil millones de pesos, es el presupuesto de un estado de la República, puede ser el presupuesto de Baja California Sur, Tlaxcala, Zacatecas, Campeche, 25 mil y no resuelve y lo tiene guardando y ¿dónde está la justicia pronta y expedita?”, dijo el mandatario.

López Obrador dijo que esta denuncia no tiene como fin que los jueces resuelvan a favor del gobierno federal, sino que el asunto ya se resuelva y se dé una resolución.

 

 

 

“No puede ser más arrastrado porque no hay más suelo…”

 
 Francisco Garfias

Arsenal

 

 

La discordia se hizo presente cuando el pleno de la Comisión Permanente discutió la licencia de Santiago Creel para separarse de sus funciones de diputado.

La ronda de oradores fue aprovechada por legisladores de la coalición Juntos Haremos Historia para hacer lo que el presidente López Obrador llama “politiquería”.

El primero que abrió fuego en contra de Creel fue un diputado de Morena que en cada sesión de la permanente se pone de tapete del jefe del Ejecutivo para hacerse notar. Se llama Manuel Alejandro Robles. Le gusta tutear a quien le habla de usted.

Para ponerlo en palabras del diputado del PAN Jorge Triana, Manuel Robles “es gente que no puede ser más arrastrada porque no hay más suelo. Quiere llamar la atención del Presidente, quien no tiene la más remota idea de quién sea él”.

¿Qué fue lo que el diputado morenista dijo que tanto indignó a Triana? Robles dijo que Creel hizo de la Cámara de Diputados una “trinchera conservadora”. Lo acusó de tratar de frenar las “grandes obras” del Estado mexicano (¿?).

Le reprochó también haber defendido al fiscal de Morelos, Uriel Carmona, al que calificó de “¡feminicida!” y de usar su cargo para promoverse como aspirante a la candidatura presidencial. 

La diputada del PRI Carolina Viggiano salió en defensa de Santiago. Ningún legislador del PRD, el aliado molesto del Frente Amplio, se manifestó a favor o en contra del panista. 

¿Silenciosa protesta por lo de Silvano y Mancera? Es pregunta.

* Los ánimos se calentaron y salieron los trapitos al sol, reales o imaginarios. La senadora del PAN Kenia López subió a la tribuna. Cargó con todo contra “esa basura que es Morena”.

Ya encarrerada, acusó a la senadora de Morena Mónica Fernández Balboa, expresidenta de la Mesa Directiva, de haberse “robado” dos votos para poner a Rosario Piedra en la CNDH, aquel aciago mes de noviembre de 2019.

“¡Pruébelo!”, reviró, molesta, la morenista.

* En la misma sesión, la Mesa Directiva de la Comisión Permanente suscribió un acuerdo, leído por el presidente Alejandro Armenta, para que la diputada del PAN Martha Romo supliera a Creel en la vicepresidenta de la Mesa Directiva.

El diputado Robles, otra vez, fue el que dio color de que el acuerdo no sería cumplido. Dijo en tribuna: “No le vamos a permitir a Creel el quitaponen de la Mesa Directiva, no va a tener la vicepresidencia”. Argumentó que Romo llamó a Gerardo Fernández Noroña “parásito vividor”.

* La diputada del PAN no fue electa como vicepresidenta por un voto. 18 legisladores de Juntos Haremos Historia impidieron que ocupara el lugar de Creel en la Permanente. 17 votaron a favor. Los morenistas Alejandro Armenta y Ana Lilia Rivera se abstuvieron.

Kenia López volvió a reaccionar, ahora por el mayoriteo: “Si ustedes no quieren que Martha Romo esté en la Mesa Directiva, no se preocupen, la segunda opción es Lilly Téllez y la tercera la de la voz”.

No hubo respuesta.

* La escena parecía de cuento. Legisladores morenistas coreando ¡Goooya!, junto con el rector saliente de la UNAM, Enrique Graue, uno de los villanos favoritos de la mañanera.

El rector llegó al salón de sesiones del Senado, donde se reúne la Permanente, para recibir un reconocimiento por su muy destacada labor al frente de la máxima casa de estudios.

¿La prueba mayor? En los ocho años que pasó en la rectoría, la UNAM ganó 67 lugares en la escala de las mejores universidades del mundo. Cuando entró ocupaba el lugar 160, la deja en el lugar 94.

Graue aprovechó su discurso en el Congreso de la Unión para lanzar una advertencia: “Un país con una pobre educación tiene un futuro incierto y, si no se invierte lo suficiente en ciencia, tecnología e innovación, está sujeto a los avances de otras naciones para subsistir en el mundo contemporáneo”.

¿Están oyendo…? Diría Paquita la del Barrio.

* El Frente Amplio por México dio machetazo a caballo de espadas. Pidió al exgobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, perseguido por la 4T, que coordine la mesa de expertos de la alianza en materia de seguridad.

“Gracias a García Cabeza de Vaca la incidencia delictiva en Tamaulipas estuvo a la baja y fue uno de los estados con mayores avances en materia de seguridad”, dice el comunicado conjunto del Frente, avalado por las dirigencias del PAN, PRI y PRD.

* Enrique de la Madrid quedó fuera de la contienda por la candidatura del citado Frente Amplio por México. Su salida deriva de los resultados de los diversos estudios de opinión aplicados por el Comité Organizador.

Quedan en liza Xóchitl Gálvez, ciudadana; Santiago Creel, PAN, y Beatriz Paredes, PRI.

Los tres irán a los cinco foros programados antes de ir a una consulta programada y nuevas encuestas. El nombre del candidato opositor lo sabremos el 3 de septiembre próximo.

No, Presidente, yo no necesito disculparme

 

 

 

Leo Zuckermann

Leo Zuckermann

Juegos de poder

 

 

Ayer, de nuevo, el presidente López Obrador volvió a mencionarme en su conferencia matutina. Me sigue criticando porque yo supuestamente fui uno de los analistas que predijo una devaluación del peso en caso de que él ganara la elección del 2018: “No he escuchado que ofrezca disculpas, que el peso se iba a devaluar y nada de eso, nada ha sucedido”.

Ya lo he repetido hasta al cansancio, pero parece que el Presidente no escucha. Insisto con la esperanza de que López Obrador deje de machacar la mentira.

En 2018, antes de la elección, entrevisté al director del Economista, Luis Miguel González, en el programa que conduzco en FOROtv, Es la hora de opinar. Estábamos hablando de qué podía pasar con el tipo de cambio en distintos escenarios. Por esa época, y esto es muy importante, el presidente de Estados Unidos, Trump, amenazaba con sacar a su país del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Ésa era la principal preocupación política-económica del momento.

Le pregunto a Luis Miguel un posible escenario: “No hay tratado y López Obrador gana por un buen margen”. Esto contestó mi invitado de a cómo podía irse el dólar: “25, 27, dependieron del mensaje que mande López Obrador”.

La respuesta me sorprende porque, como digo ahí, estábamos hablando de una devaluación casi abrupta del peso.

González reitera: “Si López Obrador gana por amplio margen, y no hay tratado, y además mantiene el mensaje de ‘voy a revisar todo, voy a dar marcha atrás en reforma eléctrica’, evidentemente eso va a significar menos inversión extranjera, que a su vez significa menos recursos entrando a México”.7”. 

 

Al final de la charla, Luis Miguel y yo incluso comentamos que este escenario sería catastrófico para el propio López Obrador a quien, de ganar, no le convendría esto durante su primer año de gobierno.

A ver, Presidente, con todo respeto le pregunto: ¿de qué me tengo que disculpar?

Número uno: yo no fui el que hizo el pronóstico; fue Luis Miguel González. Número dos: mi invitado, un connotado periodista económico, lo hizo de buena fe tomando en cuenta una condición muy importante, la más relevante de todas: el fin del tratado comercial con Estados Unidos.

Al Presidente le gusta ser el centro de las cosas. No lo era en esta discusión. A González y a mí lo que más nos preocupaba era la promesa del entonces mandatario estadunidense de salirse del TLCAN. Hoy sabemos que esa amenaza era real, que Trump sí consideró llevarla a cabo y que el peso, cuando los mercados pensaban que eso ocurriría, se depreciaba de manera importante.

Ni Luis Miguel ni yo dijimos nunca que el peso se devaluaría sólo porque llegaría AMLO a la Presidencia. Lo que afirmamos es que había un escenario donde se combinaban distintas variables, entre ellas, el fin del tratado (insisto: la más importante). Todavía hoy estoy convencido de que, de haber sucedido esto, se hubiera devaluado el peso.

El Presidente, sin embargo, sigue calumniándome. Duro y dale siguiendo el dictum de Goebbels: “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.

Ayer, en esta columna, reconocía cómo el gobierno actual había logrado sacar a 5.1 millones de mexicanos de la pobreza. Aplaudí dos de sus políticas públicas: el incremento al salario mínimo y las pensiones a los adultos mayores. En otras ocasiones le he reconocido mantener la apertura comercial (en particular la negociación de un nuevo tratado con Estados Unidos), su respeto a la autonomía del Banco de México, el relativo cuidado que ha tenido en el manejo de las finanzas públicas, su reforma laboral que prohibió el outsourcing y la obra del corredor del Istmo de Tehuantepec.

Claro que también he criticado al Presidente en múltiples ocasiones por diversas razones a lo largo de este sexenio. Él sabe que nunca he comulgado con su estilo de hacer política desde hace más de dos décadas, cuando era jefe de Gobierno del Distrito Federal. Desde entonces no coincidía con su ideología estatista ni con su demagogia ni con el discurso maniqueo de polarizar a los mexicanos entre “buenos” y “malos”.

A lo largo de mi carrera como comentarista he tratado de ser lo más objetivo posible dentro de mi visión liberal. Pero esto no le gusta a AMLO. Él quiere soldados en los medios que le prendan incienso todos los días. A los que nos rehusamos a hacerlo nos denuesta con mentiras y descaradamente hasta nos exige disculpas.

 

  • Yo sí pido perdón cuando me equivoco, pero, desde luego, no lo hago cuando alguien me endilga algo que nunca dije por más Presidente de la República que sea.

 

El asesinato de un candidato y el CDS

 

Jorge Fernández Menéndez

Jorge Fernández Menéndez

Razones

 

 

Interrogado en la mañanera sobre el asesinato del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio, el presidente López Obrador sostuvo que había que esperar las investigaciones, lo que resulta lógico, pero agregó que “no existían indicios de la participación el Cártel de Sinaloa” en ese crimen, lo que es absurdo.

Quizás en este tema el Presidente también tiene otros datos, pero indicios sobre la participación del Cártel de Sinaloa en el asesinato de Villavicencio sobran. Para empezar, la denuncia, en una entrevista que ofreció el candidato poco antes de su asesinato, donde aseguró que un narcotraficante apodado Fito, líder de una organización ligada con el Cártel de Sinaloa en Ecuador, lo había amenazado de muerte. No sólo lo dijo en la entrevista, el candidato presentó una denuncia penal en la Fiscalía General. “Esto confirma, dijo, que nuestra propuesta de campaña afecta gravemente a estas estructuras criminales. No les tengo miedo”, concluyó. A las 18:20 del miércoles fue asesinado saliendo de un acto de campaña. El sicario que lo mató fue atrapado con vida y llevado a la Fiscalía General, donde, a su vez, fue también asesinado antes de que declarara.

Villavicencio también había dicho que, de llegar a la presidencia, acabaría con las complicidades que tenían estos grupos del crimen organizado con las policías y fiscalías, tanto en el tema del narcotráfico como en la explotación ilegal de minas, una práctica que comenzaron el CDS y el CJNG en México y que se ha ido extendiendo a Colombia, Perú y, especialmente, a Ecuador. El presidente Guillermo Lasso denunció la participación del narcotráfico la misma noche del asesinato de Villavicencio.

El candidato había hecho otra denuncia particularmente delicada. Había mostrado fotos, videos, mensajes de una de las más importantes operadoras del expresidente Rafael Correa, Raisa Vulgarín, relacionada con Nicolás, el hijo de Gustavo Petro, y su participación en la trama de lavado de dinero para la campaña de su padre, el presidente de Colombia. Impedido de presentarse a las elecciones y prófugo de la justicia, Correa, muy cercano a Petro, apoya a la candidata Luisa González, hasta ahora puntera en las encuestas. Apenas el sábado 29 de julio, Villavicencio había exhibido la relación de Nicolás Petro Burgos, hijo del presidente Gustavo Petro Urrego, acusado y confeso de haber financiado la campaña de su padre con dinero del narcotráfico, con el presidente Rafael Correa, a través de la joven Vulgarín, candidata a diputada en Ecuador.

Villavicencio mostró fotos donde Vulgarín aparece junto al hijo mayor de Petro, incluso luciendo una camiseta con la publicidad del entonces candidato a presidente de Colombia, durante la campaña colombiana en la ciudad de Santa Marta. Vulgarín es la novia de Camilo Burgos, primo de Nicolás Petro y quien, según la acusación de la Fiscalía colombiana, era el que lavaba los recursos que Nicolás recibía de narcotraficantes y contrabandistas de la costa atlántica de Colombia para apoyar la campaña de su padre. Una parte del dinero, declaró Nicolás, se lo quedaba él y la otra iba a la campaña. Es más, Villavicencio exhibió que quien dirigió la campaña electoral de Gustavo Petro fue un personaje hoy sentenciado y prófugo de la justicia, Vinicio Alvarado Esquivel, que ahora dirige la campaña de la correísta Luisa González.

Desde hace meses se ha denunciado que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación controlan el crimen organizado en Ecuador, desde donde parten redes que se relacionan con Asia, con Colombia, con México y vía Brasil con África y de allí a Europa. Cuando la DEA anunció hace dos semanas que esas dos organizaciones criminales tenían unos 44 mil miembros armados y relaciones en cerca de cien países, estaba hablando de esta trama, una de las más importantes porque, con mayor impunidad aún que en México, esas dos organizaciones han cooptado a los grupos locales, han establecido sólidas bases en la vecina Colombia y desde allí operan buena parte del crimen organizado que no tiene como objetivo Estados Unidos (que se sigue atendiendo desde México).

 

Los terribles motines que hubo recientemente en las cárceles ecuatorianas, con decenas de muertos, son la expresión de la lucha entre esos dos cárteles y sus aliados locales. Ello llevó no sólo al establecimiento del Estado de sitio, sino también a que el presidente Lasso, incapaz de controlar la violencia y acosado en el Congreso, convocara a nuevas elecciones antes de ser destituido, unos comicios en los que Correa busca que, con su candidata, Luisa González (una mujer que se dice de izquierda, pero que es notoriamente antiabortista y que propone una política de seguridad que aquí llamaríamos de abrazos y no balazos), pueda regresar a su país, anular los procesos judiciales en su contra e incluso reformar la constitución para poder reelegirse como presidente.  

Hay mucho por ver todavía en un Ecuador desgarrado por la polarización, política y social, por la violencia del crimen organizado, y por gobiernos que, uno tras otro, han fracasado en forma rotunda. Villavicencio, uno de los ocho candidatos presidenciales en pugna, era un hombre, un periodista, que salió de la izquierda indígena y del exilio, había devenido en un liberal y que exhibía una de las agendas más firmes contra el crimen organizado y la corrupción, sobre todo la del régimen de Correa, que había sido quien lo obligó a exiliarse en Perú.

Todo indica que el asesinato lo cometieron criminales ligados al Cártel de Sinaloa en Ecuador, pero aquí se dice, pese a todo, que “no hay indicios” de esa participación. Otros datos.

Lo innombrable

 

 

 

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

 
 

En el más oscuro rincón de la conciencia colectiva de México, la reciente y macabra tragedia en Lagos de Moreno dejará una marca que, por ahora, nos está resultando todavía innombrable. El horror de la desaparición de los jóvenes y las aterradoras circunstancias que parecen rodearla son un recordatorio escalofriante de los abismos a los que puede llegar la maldad humana. Esta historia lúgubre y escalofriante exige no sólo una reflexión profunda sobre las profundidades de la depravación, perversidad e inimaginable crueldad de los seres humanos frente a la urgente necesidad de justicia y cambio en las políticas públicas de seguridad en México. Ante lo que vimos, no hay abrazo posible.

El suceso, en el que se sospecha (prácticamente se puede asegurar) que el grupo de jóvenes desaparecidos fue obligado a enfrentarse y matarse entre sí, desafía toda comprensión y deja a muchos de nosotros preguntándonos cómo es posible que la crueldad alcance tales niveles inimaginables. La monstruosidad de esta tragedia cuestiona nuestra fe en la humanidad y nos confronta con la dura realidad de que existen fuerzas siniestras que pueden llevar a cabo estos impensables, arropados por la sombra y la impunidad.

La respuesta de las autoridades y la sociedad en su conjunto será crucial en la búsqueda de la verdad y la justicia. La exigencia de respuestas claras y transparentes no sólo es un derecho de las víctimas y sus familias, sino una necesidad para desentrañar la complejidad de este horror y prevenir futuros episodios similares. La impunidad y la falta de rendición de cuentas sólo perpetuarían la sensación de desamparo y la erosión de la confianza en las instituciones.

Esta tragedia también debe ser un llamado a la acción para abordar las raíces profundas de la violencia y la impunidad en México. La prevención del delito y el fortalecimiento del sistema de justicia son cuestiones urgentes que requieren una atención sostenida y comprometida. Es crucial que la sociedad, las instituciones y los líderes se unan para construir un México donde la violencia no sea la norma, donde la justicia sea un pilar fundamental y donde la dignidad humana sea respetada en todas las circunstancias.

Las vidas jóvenes y prometedoras perdidas en esta tragedia merecen justicia y reconocimiento. Sus nombres (Roberto, Diego, Uriel, Jaime y Dante) deben resonar como un recordatorio constante de lo que no podemos ni debemos permitir. La tragedia de Lagos de Moreno nos convoca a enfrentar los abismos de la maldad y a trabajar juntos para construir un México más seguro, justo y humano.

La siniestra historia que emergió de Lagos de Moreno hace eco de las perturbadoras reflexiones de Hannah Arendt sobre la “banalidad del mal”. En un acto que desafía toda comprensión, los jóvenes desaparecidos habrían sido sometidos a la brutal presión de matarse entre sí por órdenes criminales. Esta aparente abdicación de la humanidad, donde se instiga a seres jóvenes y vulnerables a convertirse en verdugos de sus propios amigos, arroja una luz tétrica sobre el concepto de Arendt. La teoría de Arendt destaca la manera en que las personas pueden caer en la inhumanidad a través de la sumisión ciega y la falta de reflexión ética. En el caso de Lagos de Moreno, el hecho de que jóvenes hayan sido presuntamente coaccionados para cometer actos terribles entre sí plantea cuestionamientos profundos sobre la conciencia humana. ¿Cómo es posible que individuos jóvenes y vulnerables puedan ser bestial e imperdonablemente obligados a cometer una atrocidad tan impensable? ¿Qué tienen estos criminales en la mente, en el corazón?

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