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Emblemático espacio de Mérida donde se privilegia a la naturaleza: Quinta "Los Almendros", sitio de valor histórico, ambiental y cultural, representativo de una época de la historia de nuestra tierra.

Construida en el año de 1903, esta quinta es uno de los símbolos arquitectónicos y ambientales que engalanan a nuestra localidad. Se ubica en la zona central norte de la ciudad, flanqueada por dos vialidades importantes, como lo son la avenida Cupules y la avenida Reforma. Según los expertos en la materia, el estilo ecléctico con tendencia al neoclásico de su arquitectura se pone de manifiesto en su escalinata, sus arcos de medio punto, la balaustrada y las jambas y dinteles de cantería.

La heredad es representativa de las edificaciones yucatecas de principios del siglo XX. Su majestuosidad se encuentra enmarcada por su paisaje exterior, al contemplar extensos y hermosos jardines, vegetación frondosa y fauna característica que dan a la construcción histórica, valor y belleza ambiental.

Esta nota en la página de Árboles extraordinarios de Yucatán no tiene la intención de profundizar en los antecedentes históricos de la estancia, solamente pretende proporcionar alguna información que permita a los miembros del grupo conocer un poco más de ella, toda vez que son muy escasas las fuentes documentales donde se pueden obtener referencias más precisas.

En noviembre de 1903, el Dr. Eudaldo Ferráez, propietario de dos predios segregados de la hacienda "Tanlum" y ubicados en la calle de acceso a dicha finca, los refunde en uno solo y construye en su interior un edificio que primitivamente se denominó "Quinta Reforma", por encontrarse justo al final de la avenida de ese nombre. El predio resultante de esta operación era de figura irregular y quedó con 75 metros de frente, en su lado norte que corresponde hoy a la avenida Cupules; al oriente, sobre la avenida Reforma, su longitud era de 270 metros; al sur, 159 metros y al poniente, sobre la hoy calle 6 A del Reparto José Dolores Patrón, medía 248 metros de largo.

En mayo de 1913, el propietario solicita y obtiene del Catastro la urbanización del predio. Al asentarse la respectiva escritura en los libros del Registro Público, se denomina a la quinta como "Chapultepec", sin mencionarse el motivo del cambio de nombre.

En diciembre de 1937 es adquirida en partes iguales por doña Alicia Ferráez de Rendón y los hermanos Humberto, Graciela y Flora Ferráez Espinosa, por venta que hace su propietario con la autorización de su esposa, doña Soledad Espinosa.

Entre los años de 1941 a 1943 se segregan 12 fracciones que se venden a distintas personas reduciéndose la superficie de la quinta, permaneciendo sin cambios por espacio de 17 años.

En marzo de 1961, los propietarios dividen en 5 partes el predio, conservando la extensión actual del inmueble: 60.8 metros de frente sobre la Cupules y 120 metros de fondo sobre la avenida Reforma. Este predio es adquirido por Eduardo José Molina Castillo, por compra que hace a los hermanos Ferráez Espinosa en el mismo mes de marzo de 1961.

Cuatro meses después, en julio de 1961, el empresario Manuel Barbachano Ponce adquiere el lugar. En febrero de 1970 el señor Barbachano vende la propiedad a la "Sociedad de Fomento Latino" por la suma de un millón de pesos, siendo ese organismo el actual propietario de la quinta "Los Almendros", como se le conoce ahora.

A fin de conservar una temperatura estable para la ciudad, es indispensable que estos porcentajes de área verde no disminuyan y por el contrario, es necesario fortalecer y acrecentar nuestra vegetación y nuestro arbolado.