Texto de Maria del Rosario Cervantes que aparece en el Museo Guasave.

El área que comprende el municipio de Guasave fue durante milenios cuna de los naturales que se auto lllamaron los " Nios,Guasaves o Tamazulas" quienes se enfrentaron a las primeras expediciones de los españoles en el siglo XVI, por tal razón esta zona  es rica en piezas arqueológicas muy sofisticadas, restos de los pueblos indígenas  que habitaron las riveras del rio Petatlán. 

La labor de los Jesuitas en la evangelización fué extraordinaria, sobresaliendo la de Fray Hernando de Villafaña  quien  fundó la primera  Misión de Guasave en el mes  de mayo de 1595.Actualmente existen solo vestigios de estas misiones, una en Pueblo Viejo, que fué casi totalmente destruida por una inundación en el siglo XVII  por lo que la Compañía de Jesús decidió trasladarla a un nuevo sitio en el cercano astillero de Nío, donde se fabricaban las naves utilizadas en las exploraciones  de Baja California y ahí empezaron  a edificar una majestuosa construcción de piedra labrada que quedó inconclusa al ser expulsados de América los Jesuitas en el año 1767. 

Hernando de Villafaña ,destacado hombre de cultura y sabiduría fué el gestor de la magna obra de evangelización en  en el noreste del México actual. Por su labor, alcanzó la distinción de  Rector Máximo del Colegio de San Pedro y San Pablo, suprema dignidad que solo alcanzaban los más doctos. Fué enviado a Roma como Procurador de la Compañía de Jesús  a discutir sus asuntos ante las más altas autoridades de la iglesia. A su regreso, Hernando de Villafaña  fue el primero en celebrar misa en alta mar, enfrentándose a los cánones eclesiásticos y discutiendo ante el Papado que era lícito celebrar misa a bordo, por lo que la historia de la navegación registra este hecho sin precedentes, acto que sirvió de argumento sobre los tratados de derecho marítimo internacional en relación a la territorialidad de las naves de acuerdo a la bandera que enarbolaban.

 

Lleno de fama y sabiduría, rechazó el ofrecimiento de sus superiores de permanecer en la capital y  regresó a Guasave donde después de celebrar misa en la cuaresma de 1643 lo sorprendió la muerte en la Misión que con tanto amor había fundado  y a la que dedicó más de treinta años de su vida.Se desconoce donde están sepultados  sus restos.