Ciudad de México.- Un estudio realizado por la Norwegian University of Science and Technology (NTNU), encontró que los hombres sienten más celos por lainfidelidad sexual, mientras que las mujeres tienen más celos de la infidelidad emocional.

Mons Bendixen, profesor del departamento de Psicología de la universidad, señala que en la mayor parte de las áreas el hombre y la mujer tienen una psicología similar, pero, cuando se trata de la reproducción es diferente la manera de pensar.

La investigación involucró a dos equipos, uno de la Universidad de Texas, y otro de la NTNU, en donde participaron más de 1,000 personas. Aunque los psicólogos esperaban que las diferencias fueran parte de los resultados, el reporte sorprendió que hubiera opiniones tan distintas entre hombres y mujeres.

Esto es porque la sociedad noruega es una cultura de igualdad de género. Normalmente se espera que los hombres se involucren en todo el cuidado de sus hijos. El permiso de paternidad y otras leyes con un claro ejemplo de que los hombres deben invertir más tiempo en sus familias.

Por ello es posible que en la sociedad noruega un hombre solo sea capaz de criar a sus hijos, tienen apoyo desde distintos frentes.

Con todo y las diferencias culturales y avances sociales,los gatillos que disparan los celos en hombres y mujeres persisten en todo el mundo.

Primero, las investigaciones sugieren que los celos consideran dos tipos de infidelidad: Tener sexo con una persona fuera ajena a la relación actual, y la otra, desarrollar lazos emocionales con otra persona fuera de la relación.

Los modelos que desafía el estudio entraron en contraste con dos perspectivas. La primera indica que, en una cultura con alto grado de equidad, hombres y mujeres interpretan el mundo de maneras muy similares. Según este acercamiento, la mente de los humanos está moldeada por distintos roles que culturalmente se asignan a hombres y mujeres, y las experiencias que tienen en esos roles.

La segunda perspectiva, la evolutiva, es distinta. Durante cientos de generaciones, hombres y mujeres han tenido que adaptarse a diferentes cambios que se relacionan con la reproducción, esto incluye la infidelidad.

Un hombre debe decidir si realmente es el padre del hijo de su pareja, y si tiene que invertir toda su protección y recursos en ese niño.

Según la perspectiva psicológica, los celos de un hombre son una respuesta emocional a las señales de infidelidad sexual. Los celos sirven para reducir las posibilidades de que su pareja los engañe, es entonces cuando comienza a vigilarla de cerca.

La historia para la mujer es distinta. Ella sabe, sin dudas, que es la madre de su hijo, pero debe asegurarse que el padre será capaz de proveer comida, seguridad y estatus social que se necesita. Su más grande amenaza no es que el hombretenga sexo con otra mujer, en realidad está en que el hombre gaste su tiempo y recursos en otra que no sea ella. Así es como lo explican los investigadores.

Por esto es que los psicólogos evolucionistas creen que las mujeres son especialmente sensibles a las señales de que el hombre brinda su tiempo y recursos a otra mujer.

Las mujeres que son indiferentes a que si el hombre tiene lazos emocionales con otra, se debe a que, ellas tienen sus propios recursos para cuidar de sus hijos. Para los hombres que les es indiferente que su mujer tenga relaciones sexuales con otro, es porque los recursos invertidos en sus niños terminaron pesando menos que sus genes. El estudio indica que somos descendientes de hombres y mujeres que han respondido apropiadamente a estas amenazas.

Los investigadores señalan que, desde la perspectiva cultural de rol se piensa que los celos se aprenden, pero se cree que estas reacciones son parte de mecanismos que envuelven la mente humana.

Por último, ni con las experiencias pasadas de infidelidad, o sin importar que estemos en una relación, parece que esto afecte las reacciones de los hombres y las mujeres a la infidelidad.