EXPERIENCIAS EXTRATERRESTRES

 No han sido pocas, de hecho son varias, muchas para mi gusto terrenal.


            Rodeados como estamos de las teorías de la conspiración, donde algunos aseguran que el hombre nunca llegó a la luna, que eso es un montaje hecho con mucha tecnología de televisión, que el derrumbe de las torres gemelas fue producto de un plan macabro de su misma gente, que Donald Trump es calvo, creo que todo esto me persigue y debo incluir, como es natural en un Capitán, al triangulo de las Bermudas.

            El prefijo EXTRA, es una voz latina que significa “fuera”, en casos más frecuentes de lo que nos hemos dado cuenta se usa para magnificar cosas y hechos que salen de lo habitual, de lo ordinario, de lo corriente.

            Latinoamérica, donde me he criado, está llena de eventos extraterrestres, extrajudiciales, extraterritoriales, extramaritales, extrasensoriales, extraconyugales, extrapresidenciales, extramuros, que pudiéramos definir como al menos estrafalarios.

            Recuerdo con sonrisas de picardía aquella frase que Hugo Chávez dedicó con infinito amor y respeto a su esposa de entonces cuando dijo en cadena nacional de radio y televisión: “María Isabel, esta noche te voy a dar lo tuyo” y siempre me he preguntado: ¿Qué será lo de ella?

            El mismo mandatario en cuestión ha muerto en territorios extranjeros de manera que es un Presidente póstumamente extraterritorial. Igualmente es un secreto público que Nicolás Maduro no es venezolano, de manera que podríamos inferir que no pertenece a la tierra de Bolívar, lo que lo hace, junto a sus dotes histriónicas y sus capacidades extrasensoriales para comunicarse con pajaritos que a la vez representan a difuntos, un individuo extraterrestre.

            De acuerdo a las más recientes encuestas el 86.6% de los venezolanos desea un cambio en lo que acontece en el país y creo que el restante porcentaje de 13.4% que infiero no desean un cambio, son extraterrestres que vienen de visita esporádica de sus planetas a jodernos.

            Por allí anda otro, el llamado “Che venezolano” un extraterrestre con seguramente severos problemas de personalidad que se disfraza del asesino serial Ernesto Guevara de la Serna “Che Guevara” y hasta ha dado declaraciones que parecieran hiladas luego de entender que con el hambre, los extraterrestres no juegan y ha atacado las políticas y está seguro en su cerebro bajo la boina que no existe ningún plan para solucionar el severo problema de índole sideral que tienen.

            Los militares han venido en una suerte de Stars Wars a observar cómo se derrite el problema y son silentes observadores que aplauden la desaparición por hambre de la población, mientras engordan a otros extraterrestres que juegan a serlo.
 
            Vivir en la Venezuela actual es una experiencia nunca pensada y por ende extrasensorial, extrapolada y es una apología a aquella serie “El paneta de los simios”, donde todo lo bueno del mundo civilizado era escondido y prohibido, mientras los monos tenían el control y los ordinarios ofrecían lo suyo por televisión. Por los momentos creo que son extraordinarios si créanme, son más que ordinarios, corruptos e incapaces, pero divierten con sus ocurrencias extra estúpidas.
 
Colaboración de Don José Carlos De Saracho