Colaboración de Don JOsé Carlos DE Saracho
 
 
INJUSTICIA ORGANIZADA
Por Bernardo Jurado

 

            El mundo escucha del crimen organizado, de bandas organizadas, de maleantes de cuello blanco, de carteles que también son una organización y todos los anteriores lucen y campean con la certidumbre y la fortaleza precisamente de la labor de sus miembros a la organización.

 

            Recuerdo aquella pregunta a mis alumnos en la clase de psicosociología de la organización: ¿Cuál es la mejor organización del mundo? Y todos acudían prontos a sus valores y creencias sin pensar mucho: la NASA, las Iglesia católica, 3M, etc. Y yo los dejaba, hasta que explotaba la granada y de sopetón le soltaba: el narcotráfico y por ende el crimen organizado y  ¿saben porque?  Porque poseen un excelente sistema de reclutamiento de personal, basado en el perfil profesiográfico de sus empleados que dejaría pálido y sin vista al mejor gerente de recursos humanos de Microsoft y porque sus actuaciones gerenciales están basadas en el premio y el castigo.

 

            Ahora mismo lamento muchísimo que la bella profesión de las leyes esté minusválida, amputada, maltrecha, porque es al justicia, (las reglas del juego), las que hacen que tengamos maneras símiles de actuar, personas que de manera individual o grupal no podrán estar por encima de la ley, ¡porque nadie está por encima de ella!

 

            Los grandes países la hacen cumplir casi como un mandamiento divino, los pobres países la violan y destruyen, la cambian y modifican a su conveniencia, trastocan los dictámenes dejando a sus ciudadanos impávidos ante los excesos para luego argüir que son esas decisiones inviolables porque son la ley y luego de eso, nos mudamos y nos vamos a vivir donde existan reglas para todos por igual.

 

            Ahora mismo en Venezuela existe una injusticia organizada que cumple con los parámetros exactos para ser exitosa. Ostenta un excelente sistema de reclutamiento de personal o  ¿es que acaso no recuerdan a Susana?, la mamita que enjuició a Leopoldo López y luego lo sentenció y por ello pasamos al segundo estrato: un excelente sistema de premio y acariciaron al posibilidad de mandarla a Chile como diplomática, porque si no, el castigo o ¿se les olvidó la jueza Afiuni?

 

            El sistema judicial venezolano es una letrina que se ha organizado injustamente para complacer al poder ejecutivo y eso incluye a personeros otrora respetables que ahora son jueces superiores, individuos letrados que saben bien de criterios morbosos y han aprendido en esta década como hacer rentable en términos personales la administración de justicia, como protegerse, como imitar a sus maestros poniendo cara de honorable, pero actuando por debajo de la toga ocultando tropelías y abusos.

 

            En definitivas, estamos en manos de una organización criminal  que se ha alineado como tal y como es sabido, también han apoyado hasta la pena de muerte con ejecuciones precisamente EXTRA-JUDICIALES y nos reímos del defensor de los Derechos Humanos, nos reímos de la Ministra de prisiones, de la Fiscal y de sus jueces superiores que creo que son inferiores, mientras algunos tratan de seguir siendo democráticos, en manos de piratas somalíes nacidos en Venezuela.