HOMENAJE A KIKO CASTRO

El Cabildo de Guasave ha concedido la distinción de ser entronizado a la Galería de los Guasavenses Ilustres por otorgarle también su nicho de honor al beisbolista guasavense Arnoldo Lavagnino  “Kiko” Castro, uno de los mejores segunda-base que ha pasado por  el beisbol mexicano y miembro del Salón de la Fama de nuestro país.

Kiko, fue un magnifico pelotero bateando y fildeando, varias veces ganó  el guante de oro por su efectividad en su posición y su tremendo  bateo (2,224 hits que le dieron un alto .293 de por vida).

La Dirección General de Educación, Cultura y Promoción Social,  del municipio de Guasave, está invitando para mañana  24 de octubre de 2018  a las Seis de la tarde en el Lobby del Auditorio Héroes de Sinaloa, a la ceremonia oficial de su homenaje.

Recuerdo a Kiko, éramos vecinos allá en la colonia Narvarte de la ciudad de México, vivíamos por la calle Cuauhtémoc, él enseguida del correo, casi esquina con Luz Savignon, era un tipo amable pero muy serio, allí vivía con su familia.

Arnoldo jugó con los Tigres de Alejo Peralta en esos años de los 60s y formó parte del legendario cuadro del millón de pesos, donde estaban Esquivias en la primera base, Armando Murillo en la tercera, Fernando Remes en el short stop y Kiko en la segunda base.

Curiosamente a Kiko lo conocímos jugando para Ostioneros de Guaymas en la liga de Sonora y era short stop, la segunda la jugaba el Yaqui Ríos, la tercera el mismo Murillo.

En ambas posiciones era buen fildeador y el bateo ni se diga, siempre muy efectivo y oportuno bateador; su fuerte era batear en jugada de hit and run, y era buenísimo a la hora dirigir sus batazos hacia el right fielder.

El me enseñó a batear para el right fielder cuando se requería, y tenía su personal técnica, ya que muchos sólo lo hacen cuando el lanzamiento del pitcher viene por la esquina de afuera, y Kiko lo hacía sin importar por donde viniera la pelota. A él le enseñaron el yaqui Ríos y Leo Rodriguez, según me contó.

Qué bueno que sus paisanos homenajean a Kiko, que le dio muchas satisfacciones a los aficionados de la tierra del Petatlán; el “Mipis” Sepúlveda desde el cielo le estará aplaudiendo al igual que el Beto Palafox, con quien se inició jugando con los Algodoneros de Guasave de aquellos años de la liga del noroeste, en que el ídolo era el cubano  Juan Hernández, mejor conocido como “El Búfalo” y los manejaba Arturo Peimbert que era reconocido por su inteligencia a la hora de mandar jugadas.