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ESTADIO SONORA O ESTADIO PADRÉS

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ESTADIO SONORA O ESTADIO PADRÉS

Es costumbre de nuestra raza de bronce andar haciendo reconocimientos a nuestros héroes, y así tenemos que hay ciudades, pueblos, avenidas, estadios, bibliotecas, etc., que llevan el nombre de personajes que son parte de la historia nacional, estatal o regional, y, por ejemplo, existe ciudad Obregón en Sonora, en honor al presidente Álvaro Obregón Salido +, igualmente hay calles que llevan su nombre, hay estatuas en su honor, y el pueblo en unos casos está de acuerdo y en otros en desacuerdo con que se les haga honores a personajes como Obregón que según la historia mandó matar a varios Generales que aspiraban a ser presidentes de la República y que por lo tanto él los consideró sus enemigos; entre otros al General Francisco Roque Serrano Barbeitia, al General Salvador Alvarado Rubio, y al General Juan Carrasco Aguirre, todos ellos sinaloenses, que en la revolución destacaron más que Obregón, pero que por su falta de estudios, no aprovecharon su momento como lo hizo Álvaro.

Por la muerte de esos héroes sinaloenses, hay quien desea que las calles que llevan su nombre (el de Obregón) en pueblos y ciudades de Sinaloa, sean cambiados por héroes regionales.

Por ello, hay sonorenses que consideraron en su momento que el estadio de béisbol orgullo de Hermosillo, Sonora, se llamara Guillermo Padrés Calles, en honor al gobernador que apoyó la construcción de esa magnífica obra; pero Memo, humilde, dijo que NO, que debería llamarse estadio SONORA, porque se construyó con los impuestos del pueblo de Sonora.

Hoy se habla de que ese estadio, que ya fue “bautizado”, deberá cambiar de nombre y colocarle el del pelotero HÉCTOR ESPINO GONZÁLEZ+  que por cierto fue honrado con ponerle su nombre al estadio de béisbol  donde jugaban los Naranjeros de Hermosillo, el cual se localiza en esa ciudad. O sea, quieren duplicarle los honores.

Se dice que ese estadio va a desaparecer, pero, en tanto esté de pie se seguirá honrando el nombre del pelotero mexicano reconocido en toda la Nación como el mejor que ha producido México.

Otras personas han dicho que el estadio Sonora debería llamarse FERNANDO VALENZUELA ANGUAMEA, pero hay quienes lo objetan que diz que porque la grandeza de Valenzuela se consiguió jugando en la MLB y no  en México.  Quien así piensa, en mi opinión no sabe nada de béisbol; y no digo más para que no haya quien se sienta ofendido; pero, simplemente lo que hizo Valenzuela, sonorense de pura cepa,  es algo tan grande o más que lo que hizo Espino, quien no se sostuvo en la MLB no obstante las facultades enormes que tenía, y conste que yo lo conocí de cerca y para mí era todo un caballero y muy buen ser humano y como tal, tuvo errores.

Pensar en cambiarle el nombre al estadio es un desatino, que mejor que honrar el nombre de un pueblo: SONORA, que ha sido ejemplo nacional en muchas acciones de la vida nacional; un estado que parió al hombre que quería cambiar a MEXICO y convertirlo en un país con valores morales y patrióticos, sacarlo de la corrupción en que se encuentra, LUIS DONALDO COLOSIO MURRIETA, quien en verdad merece muchos, pero muchos honores.

En fin Sonora tuvo otros peloteros muy distinguidos que merecen honores: BALDOMERO ALMADA, AURELIO RODRIGUEZ, y varios más, que han puesto en alto el nombre de su estado y a esos nadie los toma en cuenta, tal vez si hicieran una consulta al pueblo de Sonora sobre cambiarle el nombre al famoso y moderno estadio, un gran porcentaje respondería que se quede como está, y la gente de Hermosillo votaría por Héctor Espino, pero Sonora no es sólo la capital del estado, seguramente la gente de Obregón, Navojoa y pueblos indígenas cercanos,  votaría por Fernando Valenzuela Anguamea, y la gente de Empalme propondría a diversos héroes de esa ciudad: Ángel Castro, Laureano Camacho, Ronaldo Camacho u otros.  

En fin, que sean los sonorenses los que decidan, pero, creo, que no sería correcto cambiar los nombres a toro pasado, es decir, eso de hoy honrar a una persona y mañana deshonrarlo quitándole su nombre a una calle, a un pueblo, o a un bien inmueble, no es de gente de bien.

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