Por Ronaldo Camacho

 


“Bienvenido al México Ronnie”; así me recibió el Gerente del equipo en la puerta principal del Parque del Seguro Social una fría mañana, venía de Veracruz del Águila, en un cambio “fantasma” de jugadores,, donde nos involucraron a Pinkston, Becerril Fernández, Natas Garcia y no sé quien más, en aquellos años era muy común el intercambio de jugadores entre los equipos, donde imperaba la traición y la mentira de parte de los Managers en turno, digo esto, con la mano en el corazón, llegué a Puebla procedente de Tabasco, donde estaba jugando al lado de Moi Camacho donde él era el Manager, ésa Liga Tabasqueña, funcionaba antes del inicio de la Temporada de la Liga Mexicana y yo estaba ahí, rehabilitándome de una seria lesión, que sufrí en el invierno en Cd. Obregón, jugando con los Rieleros de Empalme, donde me fracturé la tibia de mi pierna y para acabar el cuento, el Ortopedista que me atendió y me operó, quiso quedar bien con los medios de difusión que se encontraban en el Sanatorio y les dijo tajante. “El señor Ronnie Camacho, jamás volverá a jugar Beisbol, la lesión fue seria y no creo que se recupere para la acción violenta del juego”; de inmediato, las declaraciones del Doctor, fueron impactantes y me hice famoso en las notas deportivas de los periódicos del Estado y de México, me fui a mi casa de Empalme a descansar, mentalmente sobre todo y empecé la recuperación, en las playas existentes, caminando en la arena. Moi Camacho el manager de un equipo de la Liga Tabasqueña me llamó una tarde a Empalme. “Hey Cabezón”, como estás cabrón, me enteré del accidente que sufriste jugando, quiero que vengas con nosotros, aquí te recuperarás, hace un pinchi calorón de miedo y eso será bueno para ti”… “Está bien, acepto, estoy muy jodido mentalmente, estaba bateando y ayudando al equipo, pero bueno, todo es parte del mismo juego, mañana nos vemos allá, en Villa Hermosa, te avisaré cuando llegue. “Oye, gracias pinchi Moi”… “De nada cabrón, andamos en lo mismo, les diré a los muchachos que mañana llegas”. Y ésa es la historia, llegué, jugué aunque con temor, pero logré vencer el miedo, terminamos el compromiso y nos reportamos con los Pericos, ahí, el manager era Luis Montes de Oca “Molinero”, quien al verme llegar me lleno de elogios y eso a mí no me gustó, porque lo dijo delante de los Directivos que se encontraban en el inicio de los entrenamientos del equipo y miren si no tenía razón, me negoció al Águila por Cuco Toledo y allá me fui, me encontré con Santos Amaro el manager del Águila y me empezó a cuestionar sobre mi pierna y otras cosas, por supuesto, que no jugué, hasta que el Ing. Rubio quien era el Presidente del equipo, tuvo la “gran idea” de cambiarme al México y allá me fui…Lo demás todos ustedes lo saben, me acuerdo que le dije al “Chero Mayer el short stop estelar del equipo”. Chero, espero adaptarme pronto contigo, no soy el “Natas” pero trataré de hacerlo bien”… jajaja, ya te conozco bien, en los entrenamientos de los St. Louis Cardinals en San Petersburgh Florida, te movías muy bien en segunda base, de modo que esto no es nuevo para mí; nuestro manager Calviño me preguntó por ti y le dije buenas cosas tuyas y me contestó”… “Muy bien, me gusta tu comentario, pero él está aquí también para batear y fuerte, lo voy a necesitar”… “No te preocupes, nos va a ayudar, tiene fuerza bateadora y está muy chavalo, tiene hambre de juego y eso cuenta muchísimo, ya verás”… Se paró Calviño en el centro del vestidor y habló”… Ronnie, se incorpora hoy a nuestro equipo y señalándome con el dedo me dice, vas de segundo bat, detrás de Mayer”; dijo sonriendo y guiñándome un ojo, de inmediato me di cuenta que ahí, en ése equipo había buena vibra, ya me lo había comentado Becerril Fernández, “Con Calviño vas a jugar muy a gusto”; bateé algunos jonroncitos, hasta llegué a ser el cuarto bat escarlata y a la porra del México, les caí bien, me alentaban cuando iba a batear y eso cuenta mucho en el ánimo del jugador. Pero, mi único temor no era la responsabilidad que había adquirido con ése popular equipo de la Capital, que muchos hasta la fecha desearían estar ahí, mi temor era que la pierna lastimada me respondiera y afortunadamente respondió al trabajo rudo y como todo en ésta vida es pura “conveniencia”, en cuanto se dieron cuenta que ya me encontraba en muy buenas condiciones, terminando mi trabajo con los Diablos. En las reuniones de Invierno de los Directivos de la Liga Mexicana, los Hnos. Budib, me reclamaron para sus Pericos y la verdad sea dicha, hasta ahora, ignoro como llegué de nuevo al Puebla donde inicié mis más espectaculares hazañas deportivas de mi carrera en el Beisbol. Una noche, jugando en el Cuauhtémoc de Monterrey contra los Sultanes, Calviño me movió en el line up a tercero y subió a Leo Rodriguez a segundo bat, con el juego empatado a 2 carreras, con un out, Mayer abrió con un doble, lanzaba Juan Piedra zurdo Cubano de una rápida velocidad y de recursos, Leo tocó perfecto de sorpresa por tercera y no sacan a nadie, el Chero estaba ya en tercera y vengo a batear, entró Calviño pide tiempo y viene de la línea de Coach de tercera a hablar conmigo. “Ronnie, le pregunté al Chero en tercera, que si eras buen tocador de bola, y me dijo que sí, mira, esto vamos a hacer, me vas a tocar la bola, al segundo lanzamiento, vamos a ejecutar un Squeeze play suicida”… “Okey, usted manda”, el lanzador Sultán, me abrió con una recta alta y afuera, el siguiente lanzamiento venía por el centro, de reojo miré al Chero que venía corriendo hacia el Jom y sin cuadrarme para tocar como debe de ser, solamente puse la bola en juego, aflojé el bat e hice contacto y la bola se fue rodando entre la línea de primera y la loma del pitcher como a dos metros adentro, el pitcher Piedra se quedó parado arriba de la loma, el primera base Ray Garza recogió la bola y me tocó de pasada, ya Leo estaba en segunda y habíamos empatado el juego, el siguiente bateador era Becerril Fernández y bateando a la derecha batea un Jonrón sobre las láminas del jardín izquierdo central, ya ganábamos 4 carreras a 2, en una reacción estupenda con espíritu combativo de alto voltaje, “Es todo lo que necesitaba gritó nuestro lanzador inicialista el zurdo Aarón Flores, quien sacó los últimos outs del juego en tres bateadores, después del juego en la caseta de jugadores, llega Calviño junto con el Chero y me dice”… Sorpresa que me diste, con ése toque, créeme que nunca dudé de ti”… “Pero cómo iba a fallar éste jodido, si se la pasaba en los entrenamientos de la Florida tocando la bola con la máquina, jajajajaja, bien hecho “pecha cabecha”… gritaba el Chero feliz de la vida en la caseta, llegó Becerril y le dije, “Pinchi Becerro, que clase de madrazo diste a la derecha”, lo abracé de gusto y él me dice. “Hey cabrón, si a la derecha, también le sueno, muchos creen que a la izquierda soy mejor”… “Depende del pitcher cabrón”, le gritó Rafael Fabela y Becerril ya sonriente le contestó”. Si tú fueras ése pitcher te batearía a la derecha, porque a la zurda tumbaría las láminas de la barda del jardín derecho “jajajaja” todos nos soltamos riendo y nos abrazamos y nos fuimos saliendo rumbo al camión. “Esos Rojos juegan como… Diablos”… Basilio “Brujo” Rosell, frase histórica que dijo cuando en 1942, en Abril 24, anotaron 7 carreras en su última bateada, en un juego que perdían 13 a 7, ganando 14 a 7... .FIN

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Ronaldo Camacho NOMBRES DE JUGADORES EN FOTOS.... BECERILL FERNANDEZ, RONNIE CAMACHO, CALVIÑO , MULO ALVARADO Y LEO RODRIGUEZ.