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Deportistas en pobreza extrema

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Hace mucho tiempo con motivo de los problemas de salud que aquejaban a ANDRES MORA IBARRA, pelotero muy admirado y querido en Los Mochis, comentamos sobre la situación de los ex peloteros que al retirarse dejaron de percibir ingresos dignos y que por lo general, dada su falta preparación académica, caían en la pobreza la mayoría de ellos, como fue el caso de Mora, quien terminó en una silla de ruedas y al final murió sin tener una atención médica como la hubieran querido sus familiares.

Posteriormente, lo comentamos con Juan Francisco Rodríguez que por entonces era manager de los Cañeros, y su respuesta no fue en el sentido de ofrecer ayuda alguna, más bien, evadió o trató de evadir el comprometerse a algo para ayudar a su ex compañero de equipo con los Cañeros en temporadas anteriores cuando Andrés estaba en su apogeo.

Comenté también con un directivo, quien nos señaló que posiblemente más adelante algo se hiciera para reunir fondos para Mora, pero ese día jamás llegó. Seguramente su poder de decisión no llegaba a mucho.

Recuerdo que escribimos que una opción para los peloteros mexicanos era hacer contacto con el sindicato de peloteros de E.U. para que se les orientara con el fin de integrar un sindicato de peloteros mexicanos o afiliarse a él y poder tener quien los defienda y proteja llegado el momento.

Ciertamente, surgieron algunos comentarios de diversas partes de la república, pero, nada ocurrió.

Los mismos peloteros son reacios a pagar impuestos y cuotas, por su mente no cruza la idea de que no necesariamente deberán llegar a viejos para obtener beneficios de una organización sindical, como vemos que en E.U. protege a los peloteros de la MLB.

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Tenemos como ejemplo el caso de Luis Ignacio Ayala, quien demandó al club Yaquis de Obregón y tras varios años se supo que les ganó el pleito, pero, no supimos si al final le pagaron lo reclamado o apelaron los empresarios para alargar más el juicio y desesperar  al pelotero, que a raíz de ese pleito, quebrantó su salud.

Ayala pudo demandar porque tiene capital para solventar esos gastos legales, pero, otro, seguramente no iba a poder.

Creemos que los empresarios que explotan a los clubes de béisbol si se lo proponen, pueden hacer de los peloteros lo que hacen con cualquier otro empleado en otro tipo de negociaciones, y pagar los salarios pactados y la cuota patronal del IMSS y retener la cuota del trabajador al seguro social y así podrá tener los beneficios de cualquier trabajador para él y su familia, así como ir generando su jubilación o pensión si fuere el caso.

Cualquier pelotero que hubiere cotizado en el IMSS podrá adquirir el llamado “seguro voluntario” cuando deje de jugar o trabajar, así podrá tener siempre atención médica y generar su jubilación o pensión, y así, no quedará a la deriva en caso de quebrantos a su salud o la de algún familiar dependiente de él pelotero.

La verdad es que cuando Ramón “Abulón” Hernández y otros formaron la ANABE habían otras condiciones económicas y criterios de los empresarios, tal vez hoy en forma conjunta dueños de equipos y peloteros puedan llegar a buenos acuerdos, todo es cuestión de buena voluntad y aplicarse a la estrategia del ganar-ganar.

Para todo ello se requerirá la participación directa del gobierno federal ya que sabemos que el pueblo ha invertido muchos millones de pesos en fabulosos estadios de béisbol como es el caso de Sonora y Sinaloa, donde tanto en Hermosillo y Obregón, como en Culiacán, hay mucho dinero invertido y requerirán recuperar la inversión y en estos casos son sólo para uso del béisbol.

 

Para este año en Los Mochis como en Mazatlán  se invertirá mucho dinero en el Emilio Ibarra Almada y el Teodoro Mariscal, así que a fuerza tendrán que poner a trabajar a los peloteros para que las inversiones reditúen. 

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