En mi último comentario sobre este asunto, sugerí, que los propios peloteros se deben acercar a los dirigentes del béisbol de ligas mayores y pedirles que intervengan en México con los dueños de los equipos y se empiecen a aplicar las normas que ellos emplean, en lo relativo a las prestaciones de los peloteros profesionales, tanto en activo como los que ya dejaron de jugar, por incapacidad o por otras razones, en el llamado beisbol organizado.
Si los dueños de los equipos mexicanos no quisieran aceptar que se haga justicia con los peloteros mexicanos, entonces que las grandes ligas busquen inversionistas en México y nazcan nuevas ligas, de manera que con la organización que ya se tiene, se juegue en México un beisbol de calidad, similar a como pasa en los Estados Unidos y, bien manejadas esas ligas, fructificarían y el negocio daría para cubrir las prestaciones de los peloteros como pasa en las ligas menores de aquel país.
Sin duda, que esto generaría la cultura de los salarios dignos a la medida de lo que pasa en las ligas menores de E.U., y, además a que los peloteros tendrían que adherirse al sindicato de peloteros de E.U. que podría ampliarse hacia México de acuerdo con el Derecho Internacional y, salvo que yo esté en un error, no habría problema para su aplicación en México.
Quien ganaría?
Considero que México saldría ganando, ya que muchos empleos se generarían habiendo más ligas de béisbol, unos directamente involucrados en este deporte, y otros, por la necesidad de proveedores para las acciones diversas de este deporte-empresa; y eso generaría también más ingresos a la federación vía impuesto sobre la renta, impuesto al valor agregado, y, otros que pudieran aplicarse en cada caso específico.
Además, de los beneficios que se buscan para peloteros retirados que hoy no cuentan con servicios médicos ni pensiones.
Podríamos pensar que hay pocos inversionistas que le entrarían a este plan, y creo, que si no hay capitalistas mexicanos que se atrevan a tomar esta oportunidad, muchos inversionistas extranjeros lo podrían hacer y, si acaso los políticos se opusieran o alguna norma legal, pues pa los coyotes los perros, para eso están los presta nombres, habríamos muchos –diría Tino Jocobi- encantados de participar y ser dueño de un equipo de béisbol , como Fernando Valenzuela Anguamea, que se decidió a invertirle al beisbol; y habría otros como Teodoro Higuera, Vinicio Castllla, Karim García, Luis Ignacio Ayala, y otros que deben de tener sus ahorritos en dólares y poder ser al menos socios de esos equipos que pudieran surgir.
