Sabido es que los deportes en el mundo están en manos de mercaderes, y las pruebas más palpables están en los sucesos ocurridos en el futbol mundial, donde los millones de euros pasaron de unas manos a otras, con tal de obtener la sede de un mundial. De allí que es de pensarse que en otros deportes ha sucedido lo mismo, o por lo menos, puede ocurrir.
La afición mexicana la gozó de lo lindo en la última serie del caribe, ya que disfrutaron de la gran obra de MALOVA, el estadio de beisbol de Culiacán, Sinaloa, un parque de grandes ligas, el mejor de Latinoamérica para juegos de béisbol, dicen los enterados.
Aparte, el representativo de México hizo un magnifico papel y debió resultar el ganador de la serie, de no ser por los enjuagues que tienen acordados los dueños de las ligas de beisbol invernal, con tal de que las series sean exitosas en lo económico.
Por lo menos en nuestra patria, no ser requiere de tantas maniobras dudosas, para que las series del caribe tengan éxito aquí, siempre lo han tenido, desde aquella en 1974 en Hermosillo, Sonora.
Creemos que los encargados de organizar la famosa serie del caribe deben separar el interés económico del deportivo y dejar que los resultados tengan la transparencia debida, porque de otra forma, el interés por esta serie se irá perdiendo.
Una sugerencia que le hacemos a los dueños de la liga mexicana del pacifico es que los equipos representativos de México se integren con puros mexicanos, así como fue el caso de Cuba, cierto es que esta vez lucieron los extranjeros, el pitcher relevista estrella y 3 jardineros del equipo mexicano quedaron en el equipo ideal, todos extranjeros, sólo Sebastián Valle y el Chapo Vizcarra, nativos, quedaron en el dicho equipo.
Y que conste, no tengo nada en contra de los extranjeros, pero, la muestra que nos pone Cuba es para que las otras naciones que participan se pongan rojos de vergüenza, en estos tiempos hay material mexicano de sobra como para integrar una selección de México y, en esta liga invernal, hay magníficos jugadores, que tal vez requieran capacitación, pero que a la larga harían un papel similar a los de los cubanitos.
El juego final fue bueno, dieron espectáculo, pero hay muchos aficionados que se quedaron con dudas.
LA SERIE DEL CARIBE = NEGOCIO.
Sabido es que los deportes en el mundo están en manos de mercaderes, y las pruebas más palpables están en los sucesos ocurridos en el futbol mundial, donde los millones de euros pasaron de unas manos a otras, con tal de obtener la sede de un mundial. De allí que es de pensarse que en otros deportes ha sucedido lo mismo, o por lo menos, puede ocurrir.
La afición mexicana la gozó de lo lindo en la última serie del caribe, ya que disfrutaron de la gran obra de MALOVA, el estadio de beisbol de Culiacán, Sinaloa, un parque de grandes ligas, el mejor de Latinoamérica para juegos de béisbol, dicen los enterados.
Aparte, el representativo de México hizo un magnifico papel y debió resultar el ganador de la serie, de no ser por los enjuagues que tienen acordados los dueños de las ligas de beisbol invernal, con tal de que las series sean exitosas en lo económico.
Por lo menos en nuestra patria, no ser requiere de tantas maniobras dudosas, para que las series del caribe tengan éxito aquí, siempre lo han tenido, desde aquella en 1974 en Hermosillo, Sonora.
Creemos que los encargados de organizar la famosa serie del caribe deben separar el interés económico del deportivo y dejar que los resultados tengan la transparencia debida, porque de otra forma, el interés por esta serie se irá perdiendo.
Una sugerencia que le hacemos a los dueños de la liga mexicana del pacifico es que los equipos representativos de México se integren con puros mexicanos, así como fue el caso de Cuba, cierto es que esta vez lucieron los extranjeros, el pitcher relevista estrella y 3 jardineros del equipo mexicano quedaron en el equipo ideal, todos extranjeros, sólo Sebastián Valle y el Chapo Vizcarra, nativos, quedaron en el dicho equipo.
Y que conste, no tengo nada en contra de los extranjeros, pero, la muestra que nos pone Cuba es para que las otras naciones que participan se pongan rojos de vergüenza, en estos tiempos hay material mexicano de sobra como para integrar una selección de México y, en esta liga invernal, hay magníficos jugadores, que tal vez requieran capacitación, pero que a la larga harían un papel similar a los de los cubanitos.
El juego final fue bueno, dieron espectáculo, pero hay muchos aficionados que se quedaron con dudas.
