El Tomate y la Naranja bajaron de precio

Por Jesús Alberto Rubio.

Por supuesto que antes de que iniciara la actual edición de la LMP nadie imaginaba que los campeones Tomateros de Culiacán anduvieran “arrastrando la cobija” en el obscuro sótano del standing.

 

Olvídese, de ninguna manera; y menos, si se puede decir, cuando orgullosos estaban prestos a defender el gallardete y lucir a todo esplendor su nuevo estadio. Incluso, recordará, iniciando hostilidades con victoria sobre los Charros de Jalisco, ahí ante una eufórica afición guinda que disfrutaron el arranque de temporada entre bombos y platillos.

Pero, de pronto, el gozo se fue al pozo ya que de manera inesperada el Tomate bajó drásticamente de precio, comenzando con un debacle del equipo ¡con seis derrotas al hilo! y, desde entonces, solamente han triunfado en otros dos partidos para tener sobre sus espaldas un horrible 3-11 que obviamente no corresponde a la categoría de esa franquicia.

¿Así es el béisbol…?

Es la pregunta de siempre cuando algo sucede más allá de lo normal.

Y si a esas vamos, no hay que ir muy lejos para voltear nuestros ojos al otro equipo capitalino que les hace compañía en el mismo lugar en el standing, igual con el mismo “record”.

¿Qué ha sucedido… con ambos equipos?

En el caso de los Naranjeros, sucede algo inusual: entró una estrategia de darle oportunidad a su talento joven –peloteros con trayectoria en equipos de Ligas Menores—pero su proyecto ha lucido endeble (débil, sin fuerza) en lo que ha sido el primer mes de campaña en la que abrió las incidencias con ¡seis derrotas de manera consecutiva…!

Esa vez, empataron su propia marca de inicio de temporada (1999-2000); luego ganaron para cortar la negativa racha, pero resultó que de nuevo volvieron a perder y total que para ir de la mano del Tomate, también el precio de la Naranja anda en la Bolsa de Valores por la calle de la amargura con un 3-11 más que horripilante.

Naranjeros tuvo que tomar la decisión letal de prescindir de los servicios de Delino Deshields e incluso de su coach de bateo, Darryl Brinkley –Cornelio García entró al quite y Alfredo Félix se incorporó como coach de banca—y llamar de emergencia a José Luis “Borrego” Sandoval –no necesito reiterarle sus credenciales--, quien debutó con gran triunfo de 6-2 sobre los Mayos, pero resultó que ayer domingo en la doble cartelera el team volvió a “las andadas” con par de derrotas.

En este proceso, envuelto en incertidumbre, la directiva contrató los servicios del tercera base Hernando Arredondo, de la misma dinastía y familia guaymense, pero se ha visto que aún no ha sido la respuesta esperada.

Qué cosas pasan.

Hermosillo ahora va desde mañana contra los Águilas de Mexicali, allá en la frontera, para luego volver a su estadio, desde el viernes de enfrente, y recibir ni más ni menos que a sus compañeros de sufrimiento y desesperanza, los Tomateros de Culiacán que tanto idolatra mi compadre Martínez.

Bueno, amigos, y si volteamos a ver el otro lado de la moneda, nos encontraremos que los Águilas de Mexicali, con Édgar González en su debut de mánager, lucen de líderes con 11-3, seguidos de los Cañeros de los Mochis (10-4), con el venezolano Luis Sojo en su primera experiencia de estratega en nuestro béisbol invernal.

Cosas, pues.

Quizá la última palabra la tengan Juan Manuel y Enrique porque no creo que duerman tranquilos y relajados al ver lo que pasa con sus respectivos equipos.

¡Digo!

 
Foto de Jesus Alberto Rubio Salazar.
Foto de Jesus Alberto Rubio Salazar.