Del arcón de los recuerdos saco este añejo escrito, que tal vez tiene actualidad, dados los últimos sucesos:

Alfonso “Houston” Jiménez ya tiene reservado para julio próximo un nicho de oro en el Salón de la Fama con sede en Monterrey.

Una votación mayoritaria de los cronistas y especialistas de béisbol le ha llevado al Recinto Sagrado por sus méritos y trayectoria tanto en la pelota mexicana como de EU.

Pero lo que me llama la atención es lo siguiente:

“Houston” representa en el tiempo aquella pléyade de jugadores que en 1980 impulsaron el famoso movimiento de la Asociación Nacional de Béisbol (ANABE) y la primera y hasta hoy la única huelga en contra de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) que luego creo la Liga Nacional, un circuito paralelo a la Mexicana de Béisbol que existió entre 1981 y 1986.

Y precisamente, “El Houston” fue uno de participantes de aquel movimiento que marginó de la pelota profesional a una inmensa cantidad de grandes peloteros que lucharon por mejores condiciones salariales, seguro de vida y una pensión para cuando llegar el momento de su retiro.

Lo cierto que el tiempo pasa y todo se ajusta a su real lugar: el talento y capacidad para jugar béisbol, finalmente tiene hoy al “Houston” Jiménez en el Salón de la Fama del Béisbol Profesional de México.

Hay que recordar cómo aquel movimiento y circuito de la ANABE no pasó más allá de 1986 y la mayoría de sus peloteros, con algunas excepciones como el “Houston” Jiménez y Eleno Cuén, fueron perdonados por la Liga Mexicana.

Los equipos que participaron en esa liga fueron los Azules de Veracruz, Metropolitanos Rojos de México, Pericos de Puebla, Alacranes de Durango, Tuzos de Zacatecas, Sabinas, Forrajeros de Celaya y Halcones de Gómez Palacio, Durango.

Pero, sobre ese pasaje histórico donde incluso Héctor Espino fue invitado por los hueguistas para dirigir aquel movimiento, hay demasiado que contar. Incluso, paralelamente, otro pelotero ilustre como Ramón Arano, también hizo pública su postura de que los beisbolistas se organizaran principalmente para crear un fondo de retiro.

Pero, sobre esta temática, he de decir algo más:

Una Asociación de Peloteros no debe estar lejos el día en que en el béisbol de México, especialmente el de verano de la Liga Mexicana, veamos la formación de una Asociación de Peloteros.

De momento, Vinicio Castilla, Jorge Cantú, Benjamín Gil y Teodoro Higuera encabezan esa idea y proyecto defensor de los derechos de los peloteros mexicanos.

Incluso, debe saberlo, algunos directivos del béisbol mexicano ven con buenos ojos y sentimientos la idea de conformar tal organización, incluyendo a una gran cantidad de cronistas especializados en el deporte rey de todos los rumbos del país.

Obviamente, se piensa en la seguridad social y económica de nuestros peloteros aztecas, incluyendo, claro está, para cuando “cuelgan los spikes”.

La revaloración al pelotero mexicano, sin duda, perfila este noble proyecto.

El propósito es dejar en el pasado el hecho de que cuando los jugadores se retiran de la pelota activa quedan a merced de la crítica o alabanza; la estadística, los buenos saludos, homenajes y recuerdos… pero marginados y dejados de la Mano de Dios en el olvido y con muy serias dificultades económicas –e incluso enfermedades–, sin que nadie les ayude.

¿Cuántos casos tenemos de peloteros que jugaron por años y años y cuando se retiraron los circuitos del béisbol profesional los ha tenido en el olvido total?

La idea es que este proyecto, de que en el béisbol mexicano se tenga una Asociación de Peloteros, no quede en el tintero, los buenos deseos y menos guardado entre los archivos.

Riqueza de antecedentes

Ya en los 50’s aproximadamente 100 jugadores encabezados por “Cochihuila” Valenzuela, del Alijadores de Tampico, intentaron hacer una sociedad mutualista para proveerse de salud y pensión.

Los salarios bajos, particularmente en comparación a jugadores extranjeros, fue algo que los orilló. Pero presiones y amenazas de los propietarios arruinaron el esfuerzo encabezados en contra-ataque por el magnate Jorge Pasquel y ejecutivos de otros deportes.

En 1961 una organización llamada Mutualidad de Peloteros Profesionales Mexicanos también falló cuando los propietarios rehusaron contribuir con fondos a la sociedad y congelaron ese movimiento.

 

Habría después otros intentos, pero sin fructificar, hasta que llegó el más fuete e impactante de todos.

La famosa ANABE

Fue en 1980 cuando Ramón “El Abulón” Hernández encabezó ese ideal que ahora retoman algunos estelares del béisbol actual como Vinicio Castilla.

En aquella década, los peloteros se enfrentaron abiertamente al pragmatismo y cacicazgo de los altos directivos de la Liga Mexicana de Béisbol encabezada por Alejo Peralta, el propietario de los Tigres de México, así como la mayoría de los propietarios de las franquicias del circuito y, en medio de la tormenta y las presiones/represiones, fundaron lo que se llamó Liga Nacional de la ANABE. El presidente del circuito veraniego era Antonio Ramírez Muro.

 

El dato histórico nos dice que fue el 12 de mayo de 1980 cuando se creó la ANABE) y quienes formaron su Mesa Directiva fueron Ramón “Adulón” Hernández, Rafael Barrón, Maximino León, Juan Navarrete, José Luis Naranjo y Nelson Barrera.

En aquel movimiento estuvieron involucrados peloteros la mayoría de los jugadores de los Angeles de Puebla que un año antes habían sido campeones al vencer en siete juegos a los Indios de Cd. Juárez.

Vamos a la historia ¿no?: En ese gran equipo estaban el mánager Jorge Fitch, Fernando López, Pablo Gutiérrez Delfín, “Zamorita” Hernández, Héctor “El Ratón” Zamudio, Pepe Elguezabal, Alfonso “El Houston” Jiménez, Jorge “Zamorita” Hernández…. Entre otros, que se aglutinaron en torno a los ideales del movimiento que impactó la estructura del béisbol mexicano.

Luis Meré, Jorge Fitch y René Chávez.

Otros peloteros que participaron en aquella aventura serían Luis Meré, Eleno Cuén, René Chávez, el mismo “Houston” Jiménez, Porfirio Salomón, Luis Fernando Guzmán, Abelardo Balderas; los receptores Arturo Rey y Rafael Barrón; Antonio Pulido (+), Martín Terrazas, Leo Rodríguez Jr…. ¡y cuántos más!

El primer acto de rebeldía

En esos días yo trabajaba para El Dictamen, de Veracruz y me tocó vivir de cerca esos difíciles momentos para el béisbol mexicano y nunca olvido cuando los Angeles de Puebla se rebelaron y no quisieron salir al terreno de juego en un partido nocturno contra El Aguila en lo que fue el viejo y ya desaparecido Parque Deportivo Veracruzano.

Ello ocurrió el domingo seis de abril de aquel año.

Esa noche, en medio de reproches y apoyos de la fanaticada jarocha, fueron escoltados desde el estadio hacia el Penal de Allende y ahí los tuvieron encerrados en la Comisaría de la Policía Municipal por varias horas, en tanto me mantenía pegado a la barandilla, con mi libreta y grabadora en mano, siguiendo los acontecimientos.

El movimiento prácticamente había explotado en una lucha que abanderaba mejores condiciones sociales y económicas para los peloteros, particularmente proyectando una protección al momento de su retiro del béisbol activo, entre otras demandas

Luego vendría la huelga de jugadores, siendo calificada como “uno de los años más negros de la Liga Mexicana”, la que decidió realizar una temporada extraordinaria con Torreón, Saltillo, Cd. Juárez, Tigres, Coatzacoalcos, y Reynosa. 

Los Saraperos serían los campeones, pero su título no ha sido reconocido por el béisbol organizado.

Nuevos tiempos.

Hoy, Vinicio Castilla pretenden impulsar ese proyecto de asociación que le permita, reitero, mejorar las expectativas económicas del pelotero mexicano.  Por fortuna, de acuerdo a los nuevos tiempos que hoy se viven en la pelota profesional, directivos de la Liga Mexicana como Roberto Mansur, ven con buenos ojos la creación de la asociación de peloteros.

Roberto Mansur

Lo único que proponen y están en lo correcto, es el hecho de que no se convierta en una organización de choque/enfrentamiento, si no más bien de una mejor comprensión entre directivos y jugadores.

 

El presidente ejecutivo de los Diablos Rojos de México vivió en carne propia aquel movimiento del 80 y de aquella época, recuerda: “Fue un periodo muy doloroso para el béisbol, pero ahora se trata de nuevas mentalidades y con una mejor preparación de ambas partes después de que antes del 1980 había directivos que abusaban de su posición y se agredía al pelotero”.¿Cómo la ve mi estimado lector?