Por Jesús Alberto Rubio.

Caray, Aroldis no me contestó en el phone ni el mensaje de WhatsApp, pero según reportes confiables, todo indica que los Cachorros no lo van a retener y se van a ir en busca –—mediante un canje-- de algún otro cerrador.

Los Cubs, recordará, tienen a Héctor Rondón, el venezolano que era su cerrador antes del arribo del cubano, así como a Carl Edwards Jr., dos elementos muy confiables, por cierto.

Rondón: El derecho salvó 30 juegos por los Cachorros en el 2015 y este año tenía efectividad de 1.95 con 18 rescates al momento de Chapman arribar a Chicago. Sin embargo, una dolencia en el tríceps derecho lo limitó en una recta final para el olvido.

Pero, obviamente, Rondón y Edwards Jr., nada comparables a Chapman.

De ninguna manera, compadre.

O sea, pues, le dejan la puerta libre a los NYY e incluso Dodgers, para que puedan negociar con el gran velocista antillano.

Negocios son negocios (contratos) y pues a veces no alcanza.

Carajo, si Cachorros tiene problemas para abrir la billetera, pues nomás que me digan, para que dan tanta vuelta al asunto.

Qué tanto es tantito.

O bien, mínimo que hablen con Trump, y asunto arreglado.

Ya en serio, le voy a dar el siguiente dato para que vea que la franquicia tiene con qué mantenerse sin dificultades financieras.

Verá: Los miembros de la familia Ricketts (sus propietarios) tuvieron la quinta mayor nómina de Grandes Ligas para empezar el 2016 con 188,402,394 dólares.

Pero, además, con el enorme mercado de Chicago, tuvieron una asistencia completa en el Wrigley Field para cada fecha.

Su popularidad masiva y ahora más que son campeones mundiales, cuentan con amplios recursos económicos para seguir sumando piezas claves… y buscar ser otra vez campeones en el 2017 y volver a reírse de la ex maldita cabra.

Aunque por esta vez no sea mi amigo y hermano Aroldis.

Y que tampoco tengan interés, al menos hasta hoy, interés en contratar los servicios de un pitcher/jugador de posición mexicano.

A propósito de Donald: ¿cómo le irá ir a Cuba, pensando exactamente respecto a los talentos cubanos deseosos de llegar a la Gran Carpa?

Por mientras Raúl Castro, “así como no queriendo la cosa”, ya le envió una felicitación.

¿Sorpresivo lo de Trump…?
Como dicen los políticos: “vamos a ver qué sucede al final del día”.

Esos mismos que en lugar de decir “mi país”, expresan “este país”.

Bueno, qué le voy a decir a usted de ellos.

DR. THOMAS LÓPEZ:

“40 y 20”: No, no estamos hablando del éxito del príncipe de la canción José José, nos referimos a los jugadores de mayor y menor edad en LMP.

Cada año dentro de los rosters de los 8 equipos aparecen ilustres veteranos que buscan seguir dando "lata" y jovencitos que desean empezar a escribir su propia historia en la pelota de invierno.

Para un pelotero entrado en años, el entorno se vuelve difícil, sus facultades ya no son las mismas y la competencia es muy demandante; ellos deben de ponerle el extra y demostrar que todavía pueden con el “paquete”.

En cambio, un novato puede no hacer el equipo o recibir muy poco juego, incluso ser recortado, sin embargo un talentoso chamaco de entre 18 y 24 años seguramente tendrá oportunidades de sobra, pero un pelotero de 36 a 40 sabe que está quemando sus últimos cartuchos y las oportunidades se vuelven escasas.

Dentro de los rosters de activos les presentamos el "Otoño y la primavera" de la LMP:

Columna completa en: http://www.solobeisbol.mx/index.php/columnas/desdelabutaca

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