Obviamente que sería injusto cargarle la responsabilidad a una sola persona, ya que arriba de Hugo está el Secretario de Salud, su jefe inmediato, que es el que debería dar la cara, y si las decisiones de su subordinado fueron equivocas, debió hacer los cambios necesarios y buscar soluciones viables; no las hizo, eso es cierto y allí están las consecuencias, no le vemos fin a la pandemia, aunque como consuelo podemos citar a los Estados Unidos de Norteamérica que está peor que nosotros, así como otros países de Europa, que también padecen lo mismo que México.

Decía mi abuelita que cada quien es arquitecto de su propio destino, y esa es una verdad evidente que no necesita demostración, y quienes contrajeron el virus en su mayoría, no todos, ha sido por no atender las indicaciones de quedarse en casa.

 Obviamente que es fácil decirlo, pero, desgraciadamente el gobierno no tomó las decisiones que otros países tomaron, de asignar ayudas para comida y con ello hacer que la gente no saliera por hambre a buscar el pan de cada día, lo que sí hicieron los que viven al día y que desgraciadamente son millones de mexicanos. Aunque hay que aclarar que en algunos municipios se dieron despensas, pero obviamente yo habló de una ayuda mensual o quincenal para los que no trabajan.

Hoy más de 35 mil familias lloran a uno o a varios familiares fallecidos a causa del covid 19, a ellos les entregaron sólo cenizas, no tuvieron el consuelo de ver a sus seres queridos en un féretro y velarlos como es costumbre y llorar horas hasta que el llanto les sacara el dolor por la gran pérdida, no hubo ese momento de ver al amado familiar por última vez, sólo quedará el recuerdo del día en que ingresó al hospital,  si es que lo pudo hacer, muchos de esos difuntos ni supieron donde pescaron la infección, ahora sólo podemos pensar que el destino los tenía marcados y se cumplió; ni la más leve hoja de un árbol se moverá sin la voluntad de Dios.

Hoy con el dolor de esta tragedia mundial me viene a la mente aquella vieja canción de Agustín Lara que seguramente muchos hemos escuchado y que no entendimos el mensaje de ella, que tiene en sí, mucho de filosófico:

 Oración caribe.../que sabe implorar./ Canto de los negros, Oración del mar.../ Piedad...piedad para el que sufre,/piedad...piedad para el que llora./ Un poco de calor en nuestras vidas/y un poquito de luz en nuestra aurora.

Ciertamente he sabido de muchas mujeres que se están reuniendo en sus casa a orar, a implorar a Dios su intervención para que esta pandemia llegue a su final, sé de mucha gente que se la pasa con el rosario en las manos, nos llegan cientos de mensajes con peticiones al Creador para que la salud de algún ser querido se alivie, nos llegan noticias de amigos o de personas desconocidas solicitando donaciones de sangre para sus enfermos, en fin, vivimos un momento muy triste, vivimos tiempos de desesperación y aquí sí que tenemos que decir: ¿quién podrá defendernos?

Por lo pronto ya se habla de una vacuna que vendrá a paliar nuestro sufrimiento, y AMLO ya anunció que México comprará el medicamento con la intervención de la OMS, según esto para mayor transparencia en la operación; la verdad es que ahorita a los mexicanos no nos interesan eso sucios aspectos sino que llegue la vacuna.

Hoy la vox populi habla de que la pandemia si le vino como anillo al dedo al presidente de México, ya que si no fuera por ella, las críticas por los resultados económicos fueran mayores y, es que la pérdida de más de un millón de empleos se le imputarían e él y no tendría más que aceptarlo; la renuncia de buenos colaboradores tal vez sería más relevante aún, y México pueblo, tal vez estaría pensando muy diferente, aunque él ha tenido el cuidado de incrementar su ejército de corifeos y ahora los vemos a todas horas por las benditas redes y por ello los viejos chayoteros están llorando su derrota.

Hoy AMLO está llegando ya a las MIL HORAS de sus mañaneras que le sirven para practicar su hobbie favorito, pero que poco le sirve al pueblo de México, tiempo y costo que se pudieran aprovechar en beneficio de la Patria, pero en cambio es una dolorosa pérdida.