3 JUL, 2020

 

No tires tu dinero

 

DAVID PÁRAMO

Para Josefina C.

 

¿Qué les da a los gobiernos de Vicente Fox Quesada, de Andrés Manuel López Obrador y, en menor medida, de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto por insultar a los migrantes?

Fox y López Obrador han dicho exactamente lo mismo sobre las remesas y quienes las envían. Hacen ver estos recursos como si fueran un éxito de sus gobiernos y tratan de caracterizar a los migrantes como si fueran una suerte de ejército de ocupación enviado por sus administraciones para quitarle dinero a Estados Unidos. Mienten.

Los migrantes y sus remesas son una medida del fracaso de las administraciones en México. La primera de la transición democrática y la que se hace llamar la Cuarta Transformación usurpan un sacrificio de miles de personas como si fuera una política de sus gestiones.

Quienes cruzan la frontera, principalmente a Estados Unidos, son personas desesperadas, perseguidas por el hambre y la violencia; por la marginación desesperante. Hombres y mujeres que rompen con sus raíces buscando lo que México no ha podido darles, ni en la época neoliberal ni en la actualidad.

Son personas que buscan los mínimos que garantiza la Constitución mexicana y que les ha sido robado. Personas valientes y determinadas que están dispuestas al sacrificio personal con tal de ser buenos proveedores para sus familias, no para un gobierno de cualquier partido político.

Quienes viven ilícitamente en otro país no lo hacen para ayudar a ninguna administración, sino para cuidar a los más cercanos a su corazón. No se parten la espalda para apoyar a ningún presidente, sino a sus padres e hijos. 

Uno de los síntomas de mejoría de la población que se registró durante el periodo neoliberal es que la tasa de migrantes mexicanos se volvió negativa, es decir, volvían más de los que regresaban. Si aumenta la migración mexicana, la 4T les habrá fallado como los anteriores.

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REMATE LÓGICO

A veces parecería que algunos líderes de la iniciativa privada pecan de ingenuos, una vez más, o una cosa peor. Luego de congratularse por la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), dijeron algo así como que les hubiera gustado que el Presidente los invitara a la visita que hará la próxima semana a Estados Unidos con pretexto de la entrada en vigor del acuerdo comercial.

Parece que, a dos años de distancia, no han comprendido que al Presidente de la República le gusta que todo pase por él. En su mente, la negociación del acuerdo comercial la hizo él y no requirió la participación de los empresarios.

Si fuera por el Presidente, la verdad histórica sería que el T-MEC fue propuesto por él a Donald Trump y a Justin Trudeau, que ellos rápidamente aceptaron para no perder esta oportunidad única de cooperar con la 4T y que todos los términos fueron fijados por México.

¿Por qué tendría que invitarlos a la fiesta?

Afortunadamente, el negociador en jefe del T-MEC de la 4T, Jesús Seade, es un hombre generoso que siempre recuerda que Ildefonso Guajardo y su equipo habían hecho un gran trabajo, que él llegó a destrabar en su última fase. Al mismo tiempo, siempre tiene palabras de elogio tanto para Marcelo Ebrard, por haberlo apoyado en la negociación, como para Graciela Márquez, por la implementación que está haciendo del acuerdo comercial.

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REMATE INGENIOSO

Vale la pena destacar el gran esfuerzo que hace la Secretaría de Economía para promover el T-MEC. En un alarde de ingenio, ayer emitieron un comunicado de prensa que iniciaba así: “La empresa BRP hizo el primer anuncio de inversión en la era del T-MEC. Construirán una planta en Ciudad Juárez para la producción de vehículos de cuatro ruedas que, se prevé, generará, al menos, mil puestos de trabajo permanentes”.

El Padre del Análisis Superior saluda y festeja el creativo trabajo de promoción que están haciendo los miembros del equipo de Graciela Márquez. A pesar de que el autor de esta columna duda que fracase la estrategia, sabe que, por lo menos, es muy divertida.