Traigo mi cuarenta y cinco

 

 

25 de Mayo de 2018

Excusas del candidato Meade o no, en el caso de la señora Nestora Salgado no tengo ninguna prueba, pero tampoco tengo ninguna duda de que es una persona que carga sobre sus espaldas la responsabilidad de un homicidio y de cinco o seis secuestros, además de extorsiones y torturas cuando ejerció como jefa regional de una zona indígena a la que no pertenece.

Si fuera realmente inocente, como dice su patrocinador político, y hubiera sido ya puesta en libertad porque sus víctimas no se presentaron a carearse con ella, como dice su abogado defensor, su obligación cívica, ética y política sería renunciar a la candidatura, a eso que ahora los candidatos citan cada tercer día que es el Estado de derecho y el imperio de la ley.

Pero no, la realidad es que la señora se aferra a la ya casi inevitable senaduría de gorra como candidato plurinominal que le dará Morena.

Cuando el lento proceso de los amparos y revisiones de los juicios que doña Nestora tiene pendientes, ya tendrá el fuero constitucional, que es simplemente un escudo de impunidad para todo tipo de delincuentes.

Lo cual nos tiene que llevar al asunto importante de esta anécdota, que no deja de serlo aunque haya personas muertas de por medio. Gane quien gane la Presidencia de la República y la mayoría en las dos cámaras del Congreso, la inmediata tarea de ambos poderes será hacer una reestructuración total del régimen constitucional en que vivimos. Incluyendo tal vez una nueva Carta Magna, pero, sin duda alguna, modificando dos de las principales lacras de nuestros sistemas políticos: la partidocracia, con su absurda y moscovita ley electoral, cínica e inequitativa, y el fuero de ls gobernantes para poder cometer todo tipo de delitos.

Como todos los preceptos legales de México, el fuero tuvo un origen legítimo y leal. Se trataba de impedir que los legisladores fueran restringidos de su libertad de opinión y de voz por celosos ejecutivos. Tal vez el ejemplo emblemático sea el de don Belisario Domínguez.

Burla burlando, sin embargo, los políticos vivillos extendieron esa protección legítima a sus hechos ilegítimos. De esta forma tienen una impunidad casi absoluta. Del Presidente de la República al último de los alcaldes de Oaxaca, que son muchos. El fuero se convirtió en una cuarenta y cinco con sus cuatro cargadores para todo aquel que osara ponérseles enfrente.

Me queda claro que la ley anticorrupción y la designación del fiscal general de la República y del fiscal anticorrupción fueron anclados para proteger a señalados objetivos de sus indagatorias. Me temo que esto seguirá así, a juzgar por la actitud de Andrés Manuel López Obrador, quien ya se considera sentado en La Silla, en el caso de doña Nestora Salgado.

 

PILÓN.- El presidente Donald Trump volvió a sus trapacerías. Siguiendo su manual de cómo hacer política careciendo de vergüenza, ayer mandó una carta a Kim Jong Un cancelando la reunión que tenían programada en Singapur el mes próximo. Es la típica estrategia del boxeador que es Trump: pegar y retroceder.

Dar esperanzas y luego retractarse. Lo que pasa aquí es que el líder norcoreano ha cedido ampliamente a las presiones de Estados Unidos porque su país se está muriendo de hambre y necesita alimentarlo y Trump había prometido asistencia en ese campo. ¿Le resultará al pelipintado su vieja estrategia que tanto éxito ha tenido en México?