El resultado, la victoria del populismo es consecuencia de las políticas de desigualdad y educación de los últimos 20 o 30 años.

Se confirma la decadencia de un país que ha fundamentado su política exterior en la prepotencia y la interior en incrementar las desigualdades y dividir a sus ciudadanos. U.S.A. tendrá glamur pero ya no es un caballo ganador.

En cuanto a México nada será tan grave como algunos suponen. U.S.A. no sabe y no puede vivir sin  los mexicanos.; sin embargo, ya es hora que dejemos de mirar al norte en busca de soluciones para nuestros problemas, somos un país rico y un gran país.

 

Hay que sacudirse los complejos y ponerse a trabajar, sobre todo en educación, para que la gente sepa decidir y elegir un camino de justicia y solidaridad, sin malos gobernantes...