Ayudado de un bastón, con caminar lento, encorvado, un cubre bocas… Ebert López Cruz engañaba la buena fe de la gente y de los automovilistas, que al encontrarlo a su paso le obsequiaba unos pesos para sus medicamentos.

Así pasaba los días López Cruz, quien en un buen día lograba reunir más de 2 mil pesos, reunía alrededor de 56 mil pesos mensuales, como si fuera un profesionista ejecutivo de alguna empresa,  hasta que fue evidenciado por las autoridades.

 

En un intento por ayudar a este individuo, fue abordado por las autoridades para canalizarlo al DIF, donde recibiría atención especializada y dejaría de andar mendigando sobre la Av. Tulum con Carretera Coba, en Tulum, Quintana Roo.

Fue así como se descubrió que el sujeto no tenía ningún padecimiento. “Solicitando que sea valorado por el médico para corroborar dicha enfermedad siendo falso ya que dicha persona está clínicamente sano sin lesión alguna”, destacó el director

general de la Policía Municipal de Tulum,  Luis Germán Sánchez, en su cuenta de Facebook.

Al ser evidenciado, fue ingresado a la cárcel pública por una falta administrativa. Al momento de ser detenido ya llevaba reunidos “2 mil 297 pesos y 4 dólares americanos”.

Así como este tipo los hay por todo México. Moraleja, cuando veas a un limosnero que se diga enfermo, habla al DIF para que vayan por él y le presten atención médica; allí se sabrá si está o no enfermo y en su caso si resulta pícaro, se irá a la cárcel donde se le atenderá como se merece.